Saturday, September 24, 2011

Grecia y la intolerancia a la deuda

Como algunos de ustedes, soy intolerante a la lactosa y por lo tanto mi consumo de leche está limitado a leche sin lactosa o sino mi organismo expresa su más contundente rechazo. Lo mismo pasa con las economías que se endeudan demasiado. Ese es el argumento de un trabajo hecho por Rogoff, Reinhart y Savastano hace unos años atrás y que se ha vuelto a poner de moda. La solución a mucha deuda es siempre brutal. Una primera opción es pasar por la hoguera del arrepentimiento fiscal que implica ajustes draconianos del gasto para luego de muchos años restablecer los balances fiscales. Esa solución típicamente viene acompañada por una enorme recesión que hace intolerable el ajuste. Eso ya lo vivió América Latina. La otra opción implica muchas pequeñas dosis que hacen más tolerable la deuda pero que nunca resuelven el problema. Esa es hasta hoy la solución adoptada. Alemania y Francia están dispuestas a poner un poco de recursos para que la situación pase pero en realidad el tamaño de deuda aumenta porque la recesión continúa deteriorando la capacidad de pago del país. Finalmente, la última opción es reconocer abiertamente que no es posible pagar. Pero así como no hay mujeres levemente embarazadas, no existen las economías que puedan hacer un default (no pago) parcial. El día que no pagas deberías hacerlo con todas sus letras. Este default que puede tomar muchas formas pero en todas ellas se reduce el monto de la deuda y se recalendarizan los pagos del nuevo monto adeudado.
Por supuesto que esto tiene consecuencias y en realidad Grecia tiene dos opciones para dejar de pagar. Una es quedándose dentro del Euro y manteniendo el Euro como moneda lo cual impide ser más competitivo. La otra vía es haciendo default pero regresando al dracma (su antigua moneda nacional). De esta forma, el default no solo implica botar la leche que no puedo tomar sino que me permite hacerme un tratamiento que me haga más intolerante a la lactosa.
En América Latina ya hemos probado todos estos caminos y salvo circunstancias muy favorables que resuelven los problemas (por ejemplo un alza de precios de commodities) no hay mejor método de resolver los problemas que afrontándolos seriamente. A Grecia y al Euro se le acabaron los conejos del sombrero.

Publicado en El Comercio, Setiembre 24, 2011

Saturday, September 10, 2011

El tamaño de mercado de Ashton Kutcher

En una semana más, Charlie Sheen verá en televisión su funeral como parte de la transición de una de las series más exitosas de los últimos años, Two and a half men. El fue despedido por haber sido parte de un escándalo que como no podía ser de otra manera involucró a mujeres y alcohol. Ese era justo su personaje en la serie de TV.
A él le pagaban 1.2 millones de dólares por episodio. En su reemplazo entrara esta temporada el actor Ashton Kutcher. El no solo es conocido por varias películas cómicas de Hollywood sino por ser el actual esposo de Demi Moore, quien le lleva más de dos décadas.
¿Pero por qué un actor puede recibir tremenda cantidad de dinero por un episodio? La respuesta sencilla es porque lo vale. Me refiero a que las ventas de publicidad de esa serie seguro son diez veces el salario de Kutcher sino más. ¿Pero por qué es eso? Simple, el tamaño del mercado. Pregúntense cuanta gente ve un programa como Two and a half men y encontrarán la respuesta a porque es posible pagarle tanto a un actor por unas cuantas bromas.
Lo más relevante de esta anécdota es que la productividad de ese show depende enormemente del tamaño de su mercado. De repente nuestros programas son mucho más cómicos pero lo son para una audiencia más reducida y con menor poder adquisitivo. Esta es la razón por la cual un país pequeño como el Perú debe abrirse al mundo y asumir que su mercado es el mundo. Eso hace las cosas más difíciles pues encontrará más competencia y consumidores más diversos pero será la única forma que las buenas ideas de pequeñas empresas peruanas les permitan crecer e internacionalizarse. Deberíamos dejar de promover que nuestras empresas se queden pequeñas, queremos empresas productivas y creciendo, y para ello la ruta más directa es mayor apertura al mundo.
Piensen en cuantos negocios son mucho más productivos en EEUU simplemente porque el mercado al que sirven es más grande que el nuestro. Esto permite que mucho capital se arriesgue, que se intente mucha innovación. Por eso la economía norteamericana siempre estará en mejor pie que Europa donde la diferencia de idiomas siempre será un obstáculo adicional. ¡Así que provecho Ashton y que Ricolás te envidie!

Publicado en El Comercio, Setiembre 10, 2011

Thursday, September 08, 2011

Wednesday, September 07, 2011

La carrera de la competitividad

El World Economic Forum (WEF) acaba de publicar el nuevo ranking de competitividad mundial y nos trae una excelente noticia que debería alentarnos a seguir con el esfuerzo: el Perú es hoy parte de la primera mitad del ranking. El Perú ha subido en los últimos cinco años nada menos que diecinueve puestos. Hoy ya somos percibidos como más competitivos que Colombia.
El WEF separa a los países en tres grupos. El primero está conformado por países cuyo crecimiento aun está basado en la acumulación de factores en un ambiente macro estable, a esto le llaman requisitos básicos. El segundo grupo de países basa su crecimiento en mejorar la eficiencia y el tercero está conformado por aquellos países que utilizan la innovación para seguir creciendo. Con esto en mente la competitividad está asociado a estas tres cosas: que tan fácilmente se acumulan factores en el país, que tan eficiente es su gestión, y que tan enfocados están en permitir y promover la innovación. El Perú está en el grupo de los países que deberían crecer siendo más eficientes. Sin embargo, nuestro ranking en los temas de requisitos básicos es 28 puestos más abajo que nuestro ranking en los temas de eficiencia. Obviamente estamos peor en temas de innovación porque aún no basamos nuestro crecimiento en eso.
Si uno hace el ranking de que indicadores han mejorado más y cuales son en los que hemos retrocedido encontraremos que el pilar que más avanzó fue el de ambiente macroeconómico. Resulta que para el índice de este año estamos primeros en inflación luego de haber estado en puesto 71. Además, nuestra alta tasa de crecimiento nos ha permitido subir 16 puestos en la tasa de ahorro sobre el PBI. La otra área donde hemos mejorado muchísimo es en lo relacionado a empezar un negocio. Hemos subido 54 puestos en el número de procedimientos para empezar un negocio y 23 puestos en el número de días para iniciar un negocio.
Del lado negativo lo peor es caída estrepitosa de 22 puestos en el ancho de banda de internet, muestra de que esto es una carrera y si no avanzas, en realidad retrocedes. La otra caída de 21 puestos en la forma como se administran los impuestos también llama mucho la atención. El índice ha agregado un nuevo indicador de eficiencia que es que tanto importamos, dado que es una señal de que tanto aprovechamos la tecnología disponible en el mundo y salimos en el puesto 129 de 142 países, fatal.
Otras cosas interesantes para destacar son el aumento de 14 puestos en el indicador que mide la participación de las mujeres en la fuerza laboral, el aumento de 13 puestos en la intensidad de la competencia local, o el aumento de 13 puestos en el desarrollo de clusters. Hemos caído en todos los indicadores de innovación y eso no es bueno, pero más preocupante es que lo mismo pasa en todos los indicadores de educación superior.
A seguir remando en la dirección correcta. Hemos avanzado mucho pero aún varios países de la región nos llevan muchos puestos. Lo mejor de una buena reforma es que persista en el tiempo.