Thursday, June 16, 2005

Innovando lo básico

El Banco Mundial organizó una reunión académica en Barcelona para discutir qué tipo de políticas de innovación en ciencia y tecnología debían adoptar los países de la región. Para ello convocó a una veintena de los mejores académicos del mundo en el tema y a mi (sin duda no entro en esa lista). La razón básica para ponerse a discutir este tema parte de la comprobación que los países latinoamericanos invertimos prácticamente cero en investigación y desarrollo en comparación con los países desarrollados. Es más muchas empresas multinacionales (por ejemplo, Pfizer, la creadora del Viagra) tienen gastos en inversión y desarrollo muy superiores al gasto total en los países más grandes de la región como México y Brasil. El otro dato es que nuestro crecimiento en productividad está rezagado en términos comparativos.

Obviamente que frente a este tipo de realidades siempre podemos decir que como países en desarrollo destinar recursos a investigación y desarrollo resulta casi un lujo. Por lo tanto, tiene todo sentido dedicar nuestros escasos recursos a las prioridades más urgentes como salud, nutrición y educación básicas. Totalmente de acuerdo. El problema es que así como gastamos nuestros pocos recursos en esas cosas básicas e imprescindibles también gastamos en cosas que no tienen nada de básicas o que están excesivamente concentradas en un grupo de personas. Veamos un ejemplo.

No sólo el Perú sino en general la región gasta sumas increíbles a financiar la educación superior pública. El cuento que nos venden es que todos tienen derecho a la educación, inclusive a la superior, que la educación es un instrumento para igualar las oportunidades. Los objetivos están perfectos pero el resultado deja muchísimo que desear. En palabras menos sencillas, la forma de intervención del Estado es ineficiente. No sólo se trata de -como parece ser la receta favorita de este gobierno- dado que hay una nueva necesidad busquemos como financiarla. A veces, lo que se necesita es evaluar la forma como se están haciendo las cosas.

Además, al igual que en el caso del gasto en educación superior, cuando vemos que tan productivo ha sido el poco gasto que hemos hecho en investigación y desarrollo encontramos que los países de la región no son efectivos en producir patentes a partir de esa inversión. Esto se debe en parte por la enorme brecha entre las universidades y el sector privado. Y las universidades son las llamadas a buscar un rol aquí más que al revés.

Pero hay ciertas cosas básicas en las que podemos innovar sin gastar más: (1) mejorar la protección de los derechos de propiedad, (2) permitir que las empresas se creen con mayor facilidad, (3) favorecer que las empresas se vayan del mercado si fracasan, (4) abrir aún más la economía. Es curioso que en el Perú, algunos busquen mantener vivas a las empresas ineficaces a cualquier costo, se tarde más de 200 días en crear una empresa, las empresas sientan que el Estado no protege sus derechos de propiedad, y no todos estén convencidos que la apertura sea el camino de hacer de nuestra economía una más competitiva.


Publicado en El Comercio, Junio 16, 2005

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