En una decisión aplaudida por la gran mayoría el presidente Bush ha propuesto al Senado reemplazar al mítico Alan Greenspan por un ex profesor de Princeton, Ben Bernanke. Aunque para muchos esta movida ha sido muy esperada para otros es realmente un alivio pues Bush no había actuado como se esperaba en otras nominaciones clave en las últimas semanas, sobre todo en las que competen a los nuevos miembros de la Corte Suprema. Por esa razón esta movida si bien esperada por los mercados no deja de ser un alivio.
Greenspan que se retirará, después de largos 18 años al frente de la Reserva Federal, a fines de enero del próximo año será reemplazado por alguien muy distinto a él. Bernanke no es un participante del mercado como Greenspan sino más bien un analista del mercado. Y es esta característica la que más dudas generaba. Para nadie es novedad que el próximo año será uno especialmente complejo donde el riesgo de problemas financieros en las principales economías se ha incrementado notoriamente en los últimos meses.
La Reserva Federal el martes volvió a subir su tasa de interés de corto plazo llevándola a 4 por ciento. Esta decisión volverá a presionar la tasa de interés de largo plazo y por lo tanto seguirán las presiones para los países emergentes como el Perú. Lo que si sorprendió a los analistas fue que la Reserva Federal no fuera más enfática en señalar que el aumento de tasas va a seguir porque las tensiones inflacionarias no han cedido.
Conocí a Ben Bernanke en Chile en una reunión del Banco Central de Chile hace varios años atrás. Para entonces, Bernanke ya era uno de los profesores más prestigiosos de Princeton y uno de los especialistas en el análisis de la política monetaria. El acababa de publicar uno de los primeros libros discutiendo la idea de que los bancos centrales debían seguir un régimen de metas de inflación explícitas, tal como las que hoy sigue nuestro banco central.
Muchos especulan que una de las primeras cosas que promoverá será que la Reserva Federal tenga un compromiso explícito con respecto al nivel de inflación, igual que el esquema peruano. Sobre esto hay que entender que los plazos de Bernanke son más largos que los que estamos acostumbrados. El será presidente de la Reserva Federal por los siguientes catorce años. Así que lo más probable es que no haga nada espectacular si antes recibir de los mercados financieros el respaldo a sus credenciales académicas. La última vez que un académico ocupó ese cargo lo hizo terriblemente mal. Arthur Burns, un respetado profesor no supo enfrentar la inflación de los años setenta y renunció anticipadamente.
Como dato curioso la segunda vez que tuve contacto con Bernanke fue cuando envié un artículo académico para publicarlo y recibí una carta (anónima que luego me enteré era de Bernanke) explicándome las razones por las cuales mi trabajo no podría ser publicado. Sin embargo, sigo creyendo que el es la mejor elección que ha podido hacer Bush entre los candidatos que se habían voceado.
Publicado en El Comercio, Noviembre 3, 2005
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