Este viernes durante la cumbre de APEC el Perú y China firmarán un memorando de entendimiento que es una suerte de play de honor para empezar a discutir un acuerdo comercial entre ambos países. Por ello quería poner en contexto lo que significa China para Perú, o mejor dicho lo que podría significar China para nuestra economía. Hace unos días el Banco Mundial publicó un informe sobre el efecto del crecimiento de China e India sobre la región que utilizaré como fuente de información.
Para nadie es novedad el crecimiento sorprendente de China que le ha permitido triplicar en menos de veinte años su participación en el PBI mundial. En 1990 el PBI chino representaba el 1.6% del PBI mundial. El 2006 la cifra estará cerca del 5%. China ya es la sexta economía en el mundo en términos de producción, pero es la tercera si miramos su participación en el comercio mundial. Es decir, China es una economía plenamente integrada al mundo.
Obviamente que este enorme crecimiento representa más de una oportunidad de negocio para las empresas peruanas. Si seguimos viendo cifras encontraremos que Perú y Chile son los países que tienen una mayor proporción de sus exportaciones e importaciones relacionadas a China. Esto no sorprende pues somos sus proveedores de materias primas. China es hoy el principal comprador de cobre, zinc, aluminio, soya, y petróleo en el mundo. Pero también somos grandes compradores de productos chinos. El Perú es el país en América Latina con el más alto porcentaje de exportaciones dirigidas a China y el tercero en cuanto a importaciones. Hace 15 años América Latina como un todo no le vendía ni el 1% de sus exportaciones a China, hoy eso se ha multiplicado por cuatro.
Todo esto suena excelente pero la parte que asusta a más de uno es la capacidad de enfrentar a China cuando no somos los únicos que vendemos ese bien en los mercados mundiales. Una cosa es ser el único que produce harina de maca en el mundo y otro es ser uno más en la lista de miles de potenciales proveedores de polos de algodón. ¿Qué tan fácil va a ser competir con ellos cuando un tercer país esté escogiendo si su proveedor seguirá siendo la firma peruana o la nueva firma china? Como siempre los economistas tenemos más de una respuesta para una misma pregunta y esta no es la excepción. Algunos estudios señalan que países como México y Chile redujeron sus tasas de crecimiento de exportaciones entre 1 y 2% al año por la competencia china. Sin embargo, otros estudios muestran que en realidad el impacto ha sido prácticamente nulo.
Sea como fuere lo más importante a destacar es la enorme oportunidad que implica asociarse con China y no tanto el pequeño impacto que potencialmente podría tener para algunos sectores específicos de nuestra economía. Y sobre este punto creo que todos coincidimos y por eso vale el esfuerzo del Mincetur de seguir avanzando en el proceso de integrar nuestra economía al mundo que crece con mayor dinamismo.
Publicado en El Comercio Setiembre 6, 2007
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