Thursday, January 31, 2008

Administrar riesgos, no minimizar perdidas

El BCRP busca minimizar la posibilidad que la inflación esperada se salga de un rango esablecido. Para ello utiliza un instrumento que es la tasa de interés de referencia. Si ve que hay presiones inflacionarias la sube y si ve lo contrario la reduce. Así de simple y potente. Los economistas le llamamos a este enfoque uno de minimización de pérdidas porque así se puede representar a un banco central que lucha por cumplir con su compromiso con una meta inflacionaria.

Este enfoque funciona bien, cuando todo lo demás funciona bien. Es decir, cuando el ambiente macroeconómico esta relativamente calmado. En una palabra, hoy no funciona. Y no funciona en el sentido que la política monetaria necesita mayor flexibilidad para actuar frente a situaciones extremas. En particular, cuando los riesgos que el directorio del BCRP quisiera evitar van mucho más allá de mantener las expectativas inflacionarias cercanas a la meta. Es importante entender que hoy el BCRP tiene un compromiso de mantener la inflación baja porque el ciudadano promedio quisiera que el BCRP haga eso. Así lo expresa nuestra Constitución y la Ley Orgánica del BCRP.

El problema es que no siempre los tiempos son tranquilos. El BCRP la está pasando muy mal esta semana. Los especuladores internacionales han sacado sus cuentas y salimos entre los países más propicios para atacar su mercado cambiario. Esto que suena a guerra es el pan de cada día de los mercados financieros internacionales. Cada vez que hay una oportunidad de realizar ganancias con facilidad ahí estarán ellos dispuestos a inundar los pequeños mercados locales con el click de su mouse. No es que sean mala gente, pueden ser hasta encantadores, pero serán implacables para aprovechar las ventajas que les da el mercado.

Tal como lo señala Mishkin, uno de los actuales miembros de la Reserva Federal, uno puede distinguir los riesgos de valoración de activos de los riesgos macroeconómicos. Lo aconsejable es que los bancos centrales sólo respondan a los segundos. En lugar de evitar el riesgo macroeconómico actual se prefirió ser conservador y ahora estamos enredados. El BCRP debería de actuar minimizando la probabilidad de los riesgos macroeconómicos futuros.

Pero el BCRP ha entrado en trompo porque ha querido responder a la inflación y a la vez evitar caer presa de los especuladores. Por un lado decidió subir la tasa que atrae más especuladores y por otro decidió cambiar por completo la forma como opera el mercado de liquidez de corto plazo. Antes el manejo se hacía fijando una tasa de referencia y a través de los Certificados de Depósitos del BCRP controlaba que la tasa interbancaria estuviese muy cerca de la tasa de referencia. Es decir, la tasa de referencia servia de guía para anticipar que es lo que el BCRP quería hacer con su política monetaria. Hoy eso ya no es así. La tasa de referencia va por un lado y la tasa interbancaria se ha vuelto volátil como cuando el BCRP no tenía un esquema de metas de inflación y le preocupaba mucho más que pasaba con el tipo de cambio.

Creo que ha llegado un momento en que el BCRP debe considerar seriamente dejar flotar libremente el tipo de cambio y que esa volatilidad sea lo que evite que más especuladores lleguen a nuestra plaza. La política actual de no emitir CDBCRP para que no tengan activos que comprar no es sostenible sin abandonar el esquema de metas de inflación explícitas. El BCRP no puede pretender que cerrar la puerta de casa es freno suficiente a alguien que sabe que si entra tendrá ganancias.

Publicado en El Comercio, Enero 31, 2008

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