El más viejo remedio para dormir consiste en contar ovejas. Contar está asociado a hacer algo aburrido, hasta tedioso. Puede ser que sea así lo cierto es que también es útil y es más diría esencial para muchos aspectos de la vida, en especial de las decisiones de política pública. Lo primero que le sorprende a un extranjero que visita Lima es porqué no tenemos un sistema de metro. Recuerdo la pregunta de un amigo hace unos años: ¿Pero acaso no sabían hace muchos años que Lima iba a ser una ciudad de 8 millones de habitantes? En efecto, ese dato ya era previsible con la información del censo del año 1972 sino antes. Y en realidad optamos por hacer estudios, uno tras otro que no se materializaron sino en nuestro precario tren eléctrico. Van cinco años en que la Municipalidad de Lima está detrás del proyecto y más parece que el proyecto está detrás de la municipalidad pues no hay señales de avance.
Esta semana el INEI reveló los primeros datos del censo de población que se efectuó el año pasado. Más allá de la cifra de cuantos peruanos somos hay varios datos que requieren la atención de los encargados de la política pública. La semana previa en mi condición de Presidente del Consejo Directivo del Consorcio de Investigación Económica y Social tuvimos una reunión de trabajo a la cual asistieron 5 ministros del gabinete además de otros altos funcionarios públicos. Dicha reunión sirvió para que el sector académico del país escuchara de boca de los ministros qué temas sienten ellos que no están en la agenda de los investigadores a pesar de estar en la agenda de quienes toman las decisiones de política pública. Para mi sorpresa el tema que más se escuchó durante esas dos horas de amena conversación fue el tema de ordenamiento territorial.
Según los ministros era impostergable analizar cómo facilitar el proceso de que la población se aglomere más y se construyan ciudades intermedias. Cómo evitar los centros poblados de tamaño diminuto que resultan enormemente distantes para el Estado. El primer número que sale del último censo es la confirmación de la tendencia que muestra como la sierra se va despoblando relativamente al resto del país. Hace 70 años 65 de cada 100 peruanos vivía en la sierra, hoy la proporción es exactamente la mitad. Difícilmente nos atreveríamos a decir que eso fue el plan que tuvimos hace 70 años. Más bien este es el resultado de los errores que cometimos pensando en desarrollar la sierra. Un tema íntimamente asociado a esto es el tema no sólo de la migración externa sino de la migración interna. Y aquí hay una clara necesidad que el INEI busque mejorar la calidad de información sobre este tema que se va tornando cada vez más relevante en la agenda peruana.
Otro tema que el censo trae es el impacto del envejecimiento de la población peruana. Y aquí los impactos son múltiples. En primer lugar, la demanda por colegios se reduce, la presión sobre el mercado laboral se incrementará, la presión sobre pensiones también se hará más visible. La necesidad de una ciudad más pensada para el adulto mayor.
Investigador que no tiene datos sólo tiene hipótesis y no evidencia. Datos que no se utilizan se olvidan. Decisiones públicas que no son basadas en evidencias se volverán problemas y no soluciones. País que no construye su futuro basado en la ciencia es como dice el proverbio árabe: los ojos no le sirven de nada a un cerebro ciego. Ojalá el gobierno apueste por la construcción y fortalecimiento de las capacidades académicas del país.
Publicado en El Comercio Junio 12, 2008
Hello, nice blog.
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