En el Perú los jueces discuten si la píldora del día siguiente la deberían libremente tomar o no las mujeres, los congresistas se preocupan por un alza de dos soles cincuenta en el balón de gas y el presidente Toledo inaugura el programa Juntos en Chuschi. Mientras tanto, China sigue creciendo a una tasa promedio de 9.5 por ciento...en los últimos 25 años.
Ayer en el BBVA se discutió la importancia de China en el mundo y en particular para el Perú. De repente una sola cifra basta para entender el peso que hoy tiene China. El año pasado China representó el 7 por ciento de todo el comercio mundial. Si con eso no le basta, les cuento que China superará en un par (o tal vez tres) de décadas a los EEUU. China será la primera economía en el mundo. Obviamente si es que las cosas les va tan bien como en los últimos 25 años.
Todo esto partiendo de una economía fundamentalmente rural y cerrada, sin ser una economía de mercado. Es decir, el precio de las cosas no está determinado por oferta y demanda sino por decisiones administrativas del gobierno. Se imaginan una economía donde la gente no puede migrar libremente, donde la mitad de los préstamos bancarios no se dan sobre la base de si hay un negocio rentable detrás que pueda repagarlo, donde solo pueden exportar o importar las compañías que han sido autorizadas a hacerlo. Una economía donde las empresas públicas son las únicas que pueden emitir bonos en el exterior y las acciones de las empresas que cotizan en bolsa que pueden comprar los extranjeros son distintas a las que compran los ciudadanos chinos.
Esa economía con un montón de mercados que aún no funcionan como una verdadera economía de mercado ha logrado que su PBI se multiplique por más de 10 desde el inicio de este proceso. Lo curioso es que históricamente China dejó de ser la primera economía en el mundo cuando optó en el siglo XVI por cerrarse al mundo. Es curioso que hoy su apuesta sea exactamente la opuesta y los resultados serán que China regresará a ser la primera potencia en el mundo, después de un intervalo de más de 400 años.
El Perú debería aprender la lección que a China le tardó 400 años aprender y apostar por un crecimiento liderado por las exportaciones y la inversión. Obviamente el Perú no es China y nosotros no podemos pensar en que la inversión extranjera será el principal motor de una economía de 1300 millones de personas. El Perú debe dejar su postura de pelear con China y empezar a pelear por China. Los estudios muestran que la economía peruana es más bien complementaria a la economía china. Deberíamos estar discutiendo que es lo que le vamos a ofrecer a los empresarios chinos que vengan a invertir al Perú, que es lo que le podemos vender a un mercado que apunta a convertirse sólo en el transcurso de una década en el principal importador del mundo.
A veces los peruanos creemos que el ombligo del mundo queda en Cuzco. Puede que así haya sido. Dentro de unos años sin ninguna duda se mudará a China.
Publicado en El Comercio, Setiembre 8, 2005
Me parece que su analisis acerca de China, es importante, destaca algo que es evidente, en la carrera por el desarrollo China lo esta haciendo bien, pero no olvide que en China existen dos sistemas, toda la costa China es la que explica el crecimiento de su economia, ademas revisando los indicadores, cerca 40% del PBI Chino es Inversion, si ese volumen de inversion se diera en Peru, seguro que creceriamos en mas del 9.5% al año, en esos terminos no es una economia que sea eficiente. Obviamente eso solo se logra con un regimen autoritario, ello revela que China es mas transpiracion que otra cosa.
ReplyDeleteEvidentemente existen muchos logros de los que debemos aprender.
y no olvidar que tenemos un interesnte legado de cultura china en el peru. segun se, son el 12 % de peruanos descendientes de chinos.
ReplyDeletePan Wei estuvo en Lima, seria interesante tener sus opiones al respecto.