Thursday, September 13, 2007

Obstáculos para una minería competitiva

Para quienes como yo –hasta hace unas meses- habían leído poco o nada sobre minería el título resulta exagerado pues si algo transmite ese sector es la sana envidia de verlos crecer acelerada y sostenidamente en los últimos años. Sólo para darles una cifra el valor de toda la producción minera en el Perú se ha duplicado en los últimos diez años. En ese mismo lapso la producción total del Perú aumentó 50% es decir la mitad que lo hecho por la minería.

Aunque las cifras parezcan apabullantes hay un par de preguntas que uno siempre debe hacerse en medio de un boom: ¿podemos crecer aún más rápido? ¿qué es lo que nos detiene? Cuando cada uno desde su propia perspectiva trata de responder esas preguntas lo primero que viene a la mente es si existen más compradores para lo que uno vende. Frente a este tema la cada vez mayor presencia de China en los mercados internacionales de minerales nos releva de mayor preocupación. Todo parece indicar que tendremos una amplia demanda por nuestros minerales en los próximos diez años. Pero ojo que China no solo compra sino también produce minerales.

¿Pero entonces cuál es el problema? ¿Por qué el sector minero peruano no crece más rápido? Lo cierto es que la actividad minera es medio especial. Para empezar es una actividad donde los plazos son muy largos como podría serlo la actividad forestal. Como en muchos otros sectores el precio de venta no lo decide quien produce sino el comportamiento del mercado internacional. Esos precios pueden ser muy altos como aún son los de hoy pero lo cierto es que hace unos pocos años no más los precios de varios minerales estaban por los suelos. Esta actividad también tiene muchas incertidumbres en cada una de las etapas: exploración, desarrollo y explotación.

Por ejemplo, puede ser que las comunidades disputen la legalidad de los derechos que tiene la empresa para desarrollar un proyecto minero tal como lo estamos viendo en Majaz. Puede ser que la empresa minera se enfrente con intentos de modificar la estructura tributaria que impacten en la viabilidad de su operación en el país. Es más, podría haber un ambiente políticamente enrarecido que aleje a quienes no están dispuestos a tanta volatilidad. La ausencia de una autoridad ambiental con credibilidad o la falta de capacidad de fiscalizar el cumplimiento de las obligaciones laborales a todas las empresas que padece el Ministerio de Trabajo hace muy difícil que las comunidades se sientan protegidas. Por lo tanto, esto hace más complejo para las empresas lidiar con la mala percepción que tienen, a pesar que los estudios realizados para el Perú muestran que los distritos mineros si se han beneficiado ya sea en mayores niveles de gasto por habitante como en menores probabilidades de caer en pobreza.

Creo que hace falta mucho más información. Las compañías mineras necesitan mejorar su reporte de lo que logran no sólo produciendo metales sino como mejora el bienestar en sus comunidades. Necesitamos saber quien lo hace bien y quien no. Pero las empresas no son las únicas responsables de generar información. Hay tarea para varios incluidos los académicos.

No obstante todo esto Perú tiene la enorme ventaja de tener un potencial geológico excepcional y este sigue siendo un factor de atracción de la inversión. Pero también es cierto que el Perú aun enfrenta una situación donde nuestra producción minera ha crecido mucho más que lo que han crecido nuestras reservas. Esto refleja un problema de inversión en exploración. Cualquier país con recursos bajo suelo atrae inversión con precios altos. Si estos desaparecen la historia es otra para todos, inclusive para el Perú.

Publicado en El Comercio, Setiembre 13, 2007

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