Thursday, May 31, 2007

Beneficios del prepago de deuda

Es difícil regresar de París de mal humor, pero el Ministro Carranza regresó especialmente contento la semana pasada pues logró que los países miembros del llamado Club de París acogieran con simpatía la propuesta peruana de repagar algo más de 2,600 millones de dólares. A fines de junio sabremos si los países aceptan en firme este ofrecimiento del gobierno peruano, pero todo hace suponer que no habrá mayores complicaciones.

Para entonces el Perú podrá mostrar indicadores mucho más sólidos. Lo usual en la comparación internacional es mirar el ratio de deuda externa con respecto al PBI. Este indicador compara el tamaño de la deuda acumulada por un país con respecto al valor de los bienes que produce en un año. Esa comparación es medio extraña pues compara un flujo (PBI) con un stock (deuda externa). Sea como fuere, el Perú por mucho tiempo no podía bajar dicho ratio a menos de 50 por ciento. Desde el punto de vista de una familia era como si para cancelar la deuda se necesitara la mitad del total de ingresos que una familia pudiera lograr en un año. Luego de varios años de crecimiento de los ingresos fiscales se ha logrado que ese ratio baje significativamente. Se espera que dicho ratio esté bordeando el 20 por ciento al final del año.

En términos de estándares internacionales ese número era alto. Argentina y Brasil, que no tienen grado de inversión, tienen ratios de deuda sobre PBI de más de 70 por ciento. Chile y México, que sí tienen grado de inversión, tienen ratios que no superan el 10 y el 25 por ciento, respectivamente. No es lo mismo ser parte del mundo de economías emergentes que de las economías desarrolladas. Nuestra capacidad de endeudamiento con respecto a nuestros ingresos es sin duda mucho menor a la de dichos países. Por eso no debe sorprender que Japón tenga un ratio de 180 por ciento o que Estados Unidos tenga un ratio mayor al 60 por ciento y nadie les diga nada.

Es curioso pero en Perú a muchos les parece mal que el gobierno prepague una deuda. Escuché a un congresista decir que cómo era posible que se dejaran de atender otras necesidades urgentes para pagar antes de tiempo una deuda con países. A muchos les cuesta entender que el gobierno como cualquier persona debe tener un manejo activo de sus obligaciones y que el gobierno debe salir cada año al mercado financiero a buscar recursos. A ninguno de nosotros nos gusta tener que pagar muchas deudas a la misma vez, es más cómodo cuando estas se estiran en el tiempo. Asimismo, es mejor tener que buscar financiar un monto menor dado que los mercados penalizan a quien está demasiado necesitado de fondos. Además, cualquiera estará a favor de pagar menos intereses por la misma deuda. Por estas razones es que el MEF hace estas operaciones.

En realidad el MEF va a cambiar una obligación en dólares a cambio de otra obligación en soles. Al poner una mayor proporción de sus obligaciones en la misma moneda en la que recibe sus ingresos el gobierno reduce el riesgo cambiario. Sin embargo, dicho riesgo es trasladado a quien compra esa deuda. Si las AFP quienes adquieren dichos bonos, pero los trabajadores les pedirán su jubilación en dólares entonces serán los trabajadores quienes asuman dicho riesgo. Sería interesante que antes de que oficialmente se nos otorgue el grado de inversión el Perú pueda empezar a emitir internacionalmente deuda en soles. Es decir, que el riesgo lo tome algún inversionista extranjero. Esta podría ser una excelente oportunidad pues aún la situación de los mercados financieros internacionales es bastante buena, el tamaño de la emisión le daría la liquidez que los mercados internacionales requieren y la percepción sobre el futuro del Perú afuera es claramente positiva. ¿Se animará el MEF a dar el gran salto y hacer del sol una moneda internacionalmente valiosa?

Publicado en El Comercio, Mayo 31, 2007

Thursday, May 17, 2007

Resolviendo urgencias por decreto

Si algo caracterizó al primer gobierno del actual presidente fue su ímpetu desmedido, que era bien resumido por el apodo que se ganó en esos años. Por eso es que resulta tan importante en nuestros países contar con instituciones que sirvan de contrapeso. Muchas veces, no son las instituciones sino sólo ciertas personas en las instituciones las que cumplen dicho rol.

El último jueves el presidente optó por relanzar vía decreto de urgencia el shock de inversiones a través de un tratamiento de shock a una pequeña parte del largo proceso que implica hacer inversión desde el sector público. Una vez más la acción del gobierno recayó equivocadamente en el SNIP. Son cuatro los sectores del Ejecutivo que son responsables de más del 80 por ciento de la inversión pública: agricultura, vivienda y saneamiento, educación y transportes. Estos sectores, luego del decreto de urgencia podrán negociar con el MEF los parámetros bajos los cuales el SNIP les dará el OK para iniciar sus proyectos. Es decir, en lugar de que todos los sectores, todos los proyectos de inversión pública sean evaluados bajo los mismos estándares ahora podremos tener estándares diferenciados. ¿Alguien podría explicarle a la ciudadanía si tiene sentido hacer esto con nuestro dinero? Pongámonos del lado del gobierno y supongamos que lejos de reducirse el nivel de exigencia que hoy tiene el SNIP este se mantendrá. Supongamos que el hecho de evaluar la viabilidad del proyecto mirando únicamente el perfil integral –el cual aún nadie termina de definir- en lugar de mirar el perfil, el estudio de pre-factibilidad y el de factibilidad no reducirá la calidad de los proyectos.

Paso al tema de fondo. ¿Por qué el shock de inversiones no fue lo que se quiso que fuera? ¿Por qué el presidente sigue furioso al ver que la plata sobra, pero lo único que se inaugura son comisiones de alto nivel para ir a resolver los conflictos regionales? ¿Es el SNIP el culpable? La respuesta clara y precisa es NO. Si uno mira la cantidad de proyectos que ya fueron declarados viables por ese SNIP supuestamente paquidérmico encontrará que hay más de 12 mil proyectos a los cuales el SNIP ya les dio el OK y no se ha gastado un sol. Para ninguno de ellos se necesitaba el urgente decreto de urgencia. Obviamente que otra cosa es que los proyectos que este gobierno o los nuevos gobiernos regionales quieren hacer no estén en la lista de los ya aprobados por el SNIP. No hay que confundir prioridades con procedimientos. Lo primero no puede saltar por encima a lo segundo.

Finalmente el presidente ha criticado el centralismo limeño y el ministro Garrido Lecca ha repetido que el SNIP tiene un problema de “limeñocentrismo” en su diseño. En palabras menos complicadas imagino que el presidente y el ministro quieren decir que el SNIP (o mejor dicho el MEF) cree que los gobiernos regionales no son capaces de decidir. Es increíble lo desinformados que están el presidente y el ministro. El SNIP ya está descentralizado desde inicios de este año. Hoy, los gobiernos regionales son los únicos responsables de evaluar y aprobar sus proyectos de inversión pública. Antes había montos que establecían límites a esta facultad. Eso ya desapareció. Así como lo lee.

Me preocupa que el ministro Carranza quien seguro logrará sacar un decreto que parche el decreto de urgencia no haya dicho nada sobre el otro decreto de urgencia. Aquel que exonera el proyecto de Alto Piura de la evaluación del SNIP. Los arqueros son buenos si impiden goles que se disparen con pelotas de fútbol, pero los golazos con pelota de playa son los que echan por tierra su reputación.

Publicado en El Comercio, Mayo 17, 2007

Thursday, May 10, 2007

El club de los formales

Cada uno de nosotros tiene sus propias preferencias respecto a respetar la ley. Hay veces que preferimos respetarlas aunque inclusive nuestros hijos nos pidan lo contrario (DVDs piratas). Otras veces preferimos ignorarlas aunque la pena sea muy alta porque quien se encarga de administrar dicha penalidad no está ahí (exceso de velocidad). ¿Alguna vez se ha preguntado porqué una empresa decide ser formal si en el país la mayor parte de las normas o no se cumplen o no se hacen cumplir?

Más allá de cuestiones éticas o morales y nuestras profundas motivaciones a cumplir la ley hay razones económicas que llevan a tomar dicha decisión o la contraria. En estos días el IFC y CONFIEP han presentado el Municipal Scorecard, algo así como la libreta de notas de las municipalidades. Este trabajo busca hacer visible que tan grandes son los obstáculos que las municipalidades ponen a los empresarios que quieren hacer las cosas dentro de la formalidad. Entre las muchas preguntas que se hicieron en el estudio hay una que cautivó mi interés. Le preguntaron a los empresarios formales por qué se habían formalizado.

Publicado en El Comercio Mayo 10, 2007

La respuesta que resultó ser la razón más importante fue “no pagar multas”, la segunda fue “para cumplir con la ley” y la tercera para “no pagar sobornos”. Es decir, estas empresas no quieren problemas. No es que el ser formal te otorgue una ventaja sino que te evita problemas potenciales. Estas respuestas son interesantes porque cuando se habla de incertidumbre en los negocios esa palabra puede significar muchas cosas. Podríamos entender que la incertidumbre a la que se refiere es que el normal funcionamiento del negocio no debe ser interrumpido por causas ajenas al negocio. Es decir, no quiero dejar de seguir atendiendo a mis clientes porque estos vean un día mi puerta clausurada por la SUNAT, o dejar de abrir el restaurante porque me olvidé de renovar la licencia sanitaria.

Cuando el dueño de ese negocio se sienta a hacer números para ver si conviene o no invertir dinero en esa idea que capturó su atención y que cree firmemente que puede ser una excelente alternativa jamás se pone a pensar en que esas cifras en azul podrían sencillamente desvanecerse por una multa o un soborno no pagado.

Los siguientes dos factores que consideraron como más importantes fueron “obtener nuevos clientes” y “operar a mayor escala”. Desde un punto de vista económico estas respuestas también hacen mucho sentido pues la propia naturaleza de las empresas es crecer y para la mayoría de ellas esto se logra obteniendo lo mejor del resto de empresas relacionadas. Por ejemplo, ahí estarán tus proveedores de bienes y servicios. Desde el que te trae el insumo clave para tu negocio hasta la empresa que repara las computadoras. Si esa empresa que repara computadoras es la mía sólo podré atender a mis amigos si es que no formalizo mis operaciones. Jamás podré soñar con atender ese tipo de problemas a empresas de mayor tamaño si es que yo no soy formal. Es como ser parte del club de los formales. Los beneficios de pertenecer a ese club es que puedes intentar hacer negocio con ellos.

Este indicador es un buen primer paso para ver si las municipalidades están en forma en la competencia por atraer inversión a sus localidades. Ahora que el sueldo del alcalde y regidores depende de la población de repente se animen los alcaldes a entender de manera distinta su verdadero rol de promotores de la inversión en sus localidades.

Thursday, May 03, 2007

La inflación no levanta

Sé que para algunos el título suena a broma, más aún si se trata del gobierno de Alan García, quien aún mantiene el record de haber generado la inflación más alta en el Perú. Lo cierto es que la inflación, ese indicador que antes todos temíamos hoy está literalmente por los suelos. La inflación de los últimos doce meses, según lo acaba de anunciar el INEI, es de –0.08%. Sí así como lo lee: negativa. En realidad, prácticamente cero.

Frente a estos números uno podría preguntarse varias cosas pero la más simple sería ¿y cuál es el problema, por qué no estamos festejando? Lo cierto es que no tener inflación también puede ser un problema. Piensen en cuanto se ha incrementado el costo real de financiamiento. La otra pregunta que inmediatamente nos deberíamos hacer es si esta tendencia va a continuar pues si uno observa la inflación viene cayendo de manera sostenida hace varios meses. Recordemos que en el Perú el Banco Central tiene el compromiso de mantener la inflación en 2% al año con un rango de un punto porcentual para arriba y para abajo. Es decir, el BCRP se siente cómodo mientras la inflación se sitúa entre 1% y 3%. Cualquier número fuera de ese rango llama su atención. Bueno, estamos en esa situación desde que empezó el año. Sin embargo, las propias proyecciones del Banco Central, al menos las que había publicado en su Reporte de Inflación de enero señalaban con claridad que nuestra economía iba a experimentar exactamente lo que estamos viviendo. Los primeros meses del año presentarían cifras de inflación anualizadas cada vez menores y que inclusive entraríamos a zona de inflación negativa tal como ha ocurrido el mes pasado.

Necesitamos entender que hay factores que influyen de manera sólo temporal en la inflación como por ejemplo la rebaja de los combustibles que se revirtió la semana pasada y que seguro será una de las razones para que mayo no repita un número negativo. Otro de los factores que por ahora sigue presionando a la baja es la apreciación del dólar. Mientras el dólar siga “barato” muchas cosas que nosotros compramos estarán más baratas y presionarían a la baja de la inflación. El temido fenómeno de El Niño al final no se ha presentado en su versión más destructiva de la producción agrícola y por lo tanto tampoco hay presiones inflacionarias por límites en la producción.

Sin embargo, el panorama por el lado de la demanda sigue generando tensión en el BCRP. Los indicadores de empleo siguen al alza, la demanda agregada no para de crecer por encima del PBI, los créditos de consumo crecen a más de 25%, pero nada de esto ha hecho cambiar la decisión del BCRP quien esta semana volverá a discutir el tema. Mi apuesta sigue siendo que el BCRP no modificará su tasa de interés.

Mientras tanto, a tres horas de avión, los argentinos siguen intentando controlar la inflación de 10% poniendo controles de precios y tratando de concertar alzas de precios moderadas con los distintos sectores productivos. Obviamente que el resultado será la escasez y la especulación y eventualmente el desembalse de precios. Ese 10% podría ser 15 o 20% si alguien no estuviese dibujando las cifras. El problema mayor es que Argentina emite bonos indexados a la inflación. En realidad, 42% de su deuda total está indexada a la inflación con lo cual cada anuncio de la cifra oficial de inflación vale mucho más que la popularidad en alza de Kirchner. En la práctica, Kirchner está haciendo una confiscación encubierta. Tarde o temprano los argentinos volverán a enfrentar la realidad.

Publicado en El Comercio Mayo 3, 2007