Thursday, September 20, 2007

El año del chancho

Una muy antigua tradición china dicen que inaugurada por el emperador Huang Ti allá por el 2600 antes de Cristo asigna nombres de doce animales distintos a los años. El 2007 es el año del chancho y normalmente este año está asociado a la abundancia y a los excesos. Todos sabemos que hoy la palabra china está asociada justamente a abundancia. La economía es una locomotora imparable de crecimiento. Tanto así que es la economía que ha logrado a través del crecimiento económico sacar a cientos de millones de chinos de la pobreza en un tiempo record.

Sin embargo hace un par de semanas una noticia enfrió los ánimos en ese país. La inflación había superado un record de más de una década. La inflación había alcanzado el 6.5% al año. Esta noticia que sin duda no parece abrumadora hay que explicarla mejor. En realidad, la economía china viene experimentando un alza significativa en los precios de los alimentos que ya bordea el 20% en el último año. Y curiosamente es el precio del chancho el que viene subiendo casi 50% en el último año. Como sabemos todos nosotros los peruanos amantes del chifa y de la cocina china, el cerdo es un elemento esencial en la dieta de los chinos.

Hasta ahora la respuesta de las autoridades chinas había sido subir moderadamente la tasa de interés para tratar de reducir el ritmo de crecimiento de la economía. La intención obvia era evitar mayores presiones de demanda por alimentos y por lo tanto una menor inflación. Si bien el Banco Central china ha aumentado cinco veces sus tasas en lo que va del año, estas alzas han sido más bien moderadas y por lo tanto de poco impacto. Resulta curioso que una economía tan dinámica como la china no sea capaz de producir más cerdos dado que los precios están al alza. Los chinos están queriendo disputarle la carrera espacial a los gringos y cosas por el estilo pero no pueden conseguir que el precio del chancho disminuya. Lo cierto es que este precio clave estuvo afectado por un problema sanitario en China que obligó a deshacerse de 10% de cerdos que tenían como destino un lugar en los platos de la comida china. Además las importaciones de cerdo se multiplicarán por cuatro este año para tratar de frenar a toda costa la escalada de precios.

Resulta aún más curioso –esta vez pensando en lo que viene ocurriendo en el Perú- que la respuesta de las autoridades chinas sea por un lado imponer controles de precios hasta fin de año a una serie de productos que aún son controlados administrativamente por el gobierno. Entre estos se encuentran los del transporte, los servicios públicos y también el combustible. Digamos que para haber buscado tanto ser reconocida como una economía de mercado esta medida es un poco inconsistente. Como si fuera poco, el gobierno ha exigido que los gobiernos locales aumenten el salario mínimo para evitar una sensación de descontento generalizada que pueda desencadenar en protestas sociales.

El próximo año será el año de la rata. En la tradición china, en dicho año se pagan los excesos del año previo. Han pasado dos décadas en que se alertó una y otra vez que el boom chino tendría que detenerse pues no había forma de crecer sin que dicho crecimiento generase presiones inflacionarias. Hoy más que nunca la inflación mundial está globalizada y todos los países, incluido el Perú, se han beneficiado hasta ahora de que la inflación china fue extraordinariamente baja. ¿Usted que cree? ¿Cambiarán los chinos de dieta o nosotros vamos a extrañar muy pronto y muchísimo el año del chancho?

Publicado en El Comercio, Setiembre 20, 2007

Thursday, September 13, 2007

Obstáculos para una minería competitiva

Para quienes como yo –hasta hace unas meses- habían leído poco o nada sobre minería el título resulta exagerado pues si algo transmite ese sector es la sana envidia de verlos crecer acelerada y sostenidamente en los últimos años. Sólo para darles una cifra el valor de toda la producción minera en el Perú se ha duplicado en los últimos diez años. En ese mismo lapso la producción total del Perú aumentó 50% es decir la mitad que lo hecho por la minería.

Aunque las cifras parezcan apabullantes hay un par de preguntas que uno siempre debe hacerse en medio de un boom: ¿podemos crecer aún más rápido? ¿qué es lo que nos detiene? Cuando cada uno desde su propia perspectiva trata de responder esas preguntas lo primero que viene a la mente es si existen más compradores para lo que uno vende. Frente a este tema la cada vez mayor presencia de China en los mercados internacionales de minerales nos releva de mayor preocupación. Todo parece indicar que tendremos una amplia demanda por nuestros minerales en los próximos diez años. Pero ojo que China no solo compra sino también produce minerales.

¿Pero entonces cuál es el problema? ¿Por qué el sector minero peruano no crece más rápido? Lo cierto es que la actividad minera es medio especial. Para empezar es una actividad donde los plazos son muy largos como podría serlo la actividad forestal. Como en muchos otros sectores el precio de venta no lo decide quien produce sino el comportamiento del mercado internacional. Esos precios pueden ser muy altos como aún son los de hoy pero lo cierto es que hace unos pocos años no más los precios de varios minerales estaban por los suelos. Esta actividad también tiene muchas incertidumbres en cada una de las etapas: exploración, desarrollo y explotación.

Por ejemplo, puede ser que las comunidades disputen la legalidad de los derechos que tiene la empresa para desarrollar un proyecto minero tal como lo estamos viendo en Majaz. Puede ser que la empresa minera se enfrente con intentos de modificar la estructura tributaria que impacten en la viabilidad de su operación en el país. Es más, podría haber un ambiente políticamente enrarecido que aleje a quienes no están dispuestos a tanta volatilidad. La ausencia de una autoridad ambiental con credibilidad o la falta de capacidad de fiscalizar el cumplimiento de las obligaciones laborales a todas las empresas que padece el Ministerio de Trabajo hace muy difícil que las comunidades se sientan protegidas. Por lo tanto, esto hace más complejo para las empresas lidiar con la mala percepción que tienen, a pesar que los estudios realizados para el Perú muestran que los distritos mineros si se han beneficiado ya sea en mayores niveles de gasto por habitante como en menores probabilidades de caer en pobreza.

Creo que hace falta mucho más información. Las compañías mineras necesitan mejorar su reporte de lo que logran no sólo produciendo metales sino como mejora el bienestar en sus comunidades. Necesitamos saber quien lo hace bien y quien no. Pero las empresas no son las únicas responsables de generar información. Hay tarea para varios incluidos los académicos.

No obstante todo esto Perú tiene la enorme ventaja de tener un potencial geológico excepcional y este sigue siendo un factor de atracción de la inversión. Pero también es cierto que el Perú aun enfrenta una situación donde nuestra producción minera ha crecido mucho más que lo que han crecido nuestras reservas. Esto refleja un problema de inversión en exploración. Cualquier país con recursos bajo suelo atrae inversión con precios altos. Si estos desaparecen la historia es otra para todos, inclusive para el Perú.

Publicado en El Comercio, Setiembre 13, 2007

El Perú frente a APEC

Parece que muchos aún no se dan cuenta de la importancia que el Perú sea socio de un club de primera línea como el APEC. De los 194 países que hay en el mundo sólo 21 economías conforman este exclusivo club. El peso de APEC en el mundo es notable. Cuatro de cada diez personas en el mundo es ciudadano de un país del APEC. La mitad de todo el comercio del mundo la realiza alguna de las economías del APEC. Y más de la mitad de lo que se produce en todo el mundo proviene de alguno de estos países. En pocas palabras, el Perú es parte del club de las economías más dinámicas en el mundo. El PBI de las economías de APEC crecieron desde 1989, año de creación de este foro, hasta el 2003 en más de 46 por ciento mientras que el resto del mundo sólo creció 36%. Pero más importante que eso es que las economías en desarrollo que son parte de APEC –como el Perú- crecieron en 77%.

El próximo año nos toca a nosotros recibir a estos países en el marco de la reunión APEC 2008. Este año Australia calcula que necesitará 25,000 noches de hotel para alojar a todas las personas que vienen esa semana. ¿Se imaginan cuantos pisco sours y cebiches se servirán? No obstante, lo más importante será poner al Perú en la vitrina de las oportunidades de inversión de las economías más dinámicas del mundo.

Thursday, September 06, 2007

Bailando con la China

Este viernes durante la cumbre de APEC el Perú y China firmarán un memorando de entendimiento que es una suerte de play de honor para empezar a discutir un acuerdo comercial entre ambos países. Por ello quería poner en contexto lo que significa China para Perú, o mejor dicho lo que podría significar China para nuestra economía. Hace unos días el Banco Mundial publicó un informe sobre el efecto del crecimiento de China e India sobre la región que utilizaré como fuente de información.

Para nadie es novedad el crecimiento sorprendente de China que le ha permitido triplicar en menos de veinte años su participación en el PBI mundial. En 1990 el PBI chino representaba el 1.6% del PBI mundial. El 2006 la cifra estará cerca del 5%. China ya es la sexta economía en el mundo en términos de producción, pero es la tercera si miramos su participación en el comercio mundial. Es decir, China es una economía plenamente integrada al mundo.

Obviamente que este enorme crecimiento representa más de una oportunidad de negocio para las empresas peruanas. Si seguimos viendo cifras encontraremos que Perú y Chile son los países que tienen una mayor proporción de sus exportaciones e importaciones relacionadas a China. Esto no sorprende pues somos sus proveedores de materias primas. China es hoy el principal comprador de cobre, zinc, aluminio, soya, y petróleo en el mundo. Pero también somos grandes compradores de productos chinos. El Perú es el país en América Latina con el más alto porcentaje de exportaciones dirigidas a China y el tercero en cuanto a importaciones. Hace 15 años América Latina como un todo no le vendía ni el 1% de sus exportaciones a China, hoy eso se ha multiplicado por cuatro.

Todo esto suena excelente pero la parte que asusta a más de uno es la capacidad de enfrentar a China cuando no somos los únicos que vendemos ese bien en los mercados mundiales. Una cosa es ser el único que produce harina de maca en el mundo y otro es ser uno más en la lista de miles de potenciales proveedores de polos de algodón. ¿Qué tan fácil va a ser competir con ellos cuando un tercer país esté escogiendo si su proveedor seguirá siendo la firma peruana o la nueva firma china? Como siempre los economistas tenemos más de una respuesta para una misma pregunta y esta no es la excepción. Algunos estudios señalan que países como México y Chile redujeron sus tasas de crecimiento de exportaciones entre 1 y 2% al año por la competencia china. Sin embargo, otros estudios muestran que en realidad el impacto ha sido prácticamente nulo.

Sea como fuere lo más importante a destacar es la enorme oportunidad que implica asociarse con China y no tanto el pequeño impacto que potencialmente podría tener para algunos sectores específicos de nuestra economía. Y sobre este punto creo que todos coincidimos y por eso vale el esfuerzo del Mincetur de seguir avanzando en el proceso de integrar nuestra economía al mundo que crece con mayor dinamismo.

Publicado en El Comercio Setiembre 6, 2007