Wednesday, September 23, 2009

Estampitas con héroes locales

¿Se ha preguntado usted porqué acepta voluntariamente esas estampitas de colores impresas con los héroes nacionales a cambio de cosas tan importantes como su trabajo o sus bienes? ¿Por qué la gente acepta el dinero si solo son pedacitos de papel pintado? La respuesta simple es porque usted, el falsificador de billetes y yo seguimos creyendo que mañana alguien más también los va a querer aceptar por el valor que tienen impreso. Si alguien nos convence que la mitad son falsificados nosotros buscaremos otra forma de hacer nuestras transacciones. El valor como dinero de esas estampitas de colores simplemente se reducirá de manera abrupta.
Digo todo esto porque una vez más el mercado se ha llenado de gente pronosticando el colapso del dólar como consecuencia final de la crisis financiera global. Hace más de una década se viene diciendo lo mismo. La justificación para tan tremendo anuncio ha estado asociada en un principio a la idea que un país no puede tener de forma perpetua un desbalance en sus cuentas externas. Lo usual para cualquier país que por alguna razón exporta mucho menos que lo que importa estará forzado a tener muchas reservas en monedas fuertes (dólar, euro, yenes, etc) o a recibir largas sumas de capital que compensen los flujos negativos de dólares que el país envía al resto del mundo producto de unas importaciones muy superiores a las exportaciones. Por eso, lo usual en países pequeños es ver que años de saldos negativos se compensan con años de saldos positivos. De esa manera el país no vive “prestándose” recursos del resto del mundo de forma permanente sino sólo temporalmente.
Bueno, esa es exactamente la situación de EEUU. El país ha vivido por décadas con una situación deficitaria en sus cuentas externas pues en el resto de mundo había países dispuestos a “prestarle” recursos a cambio de activos denominados en dólares como los bonos del Tesoro americano o simplemente personas como usted que aún mantienen dólares en su billetera o en su cuenta bancaria. Lo cierto es que los bancos centrales de todos los países mantienen como medida de precaución una gran cantidad de ese tipo de activos. Por ejemplo, tres cuartas partes de las reservas del banco central chino están en dólares (algo más de 2 trillones de dólares).
Pero ahora la razón para pronosticar el colapso del dólar es el aumento sin precedentes de la deuda (82% del PBI) y el masivo financiamiento monetario que la Reserva Federal ha usado en su plan de salvataje bancario. Pero en finanzas también todo es relativo. El resto de las economías desarrolladas han hecho cosas similares y por lo tanto no hay razones para decir que el euro, la libra, o el yen estén mejor. En cambio, los emergentes si han hecho su tarea pero eso no significa que sus monedas lograrán “graduarse” de monedas duras. Les va a ser más fácil colocar bonos en sus monedas en los mercados globales pero aún están muy lejos de volverse monedas de transacción global. Creo que por lo menos la próxima década el dólar seguirá siendo la moneda internacional más utilizada por todos a pesar de que muchos quisieran ver a sus héroes locales en manos (y billeteras) de otros.

Publicado en El Comercio Setiembre 30, 2010

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