Saturday, June 18, 2011

Australia, no Brasil

Todos preguntan si el Presidente electo seguirá el modelo venezolano o el brasileño. A mi juicio deberíamos mirar a Australia para definir qué país deberíamos construir. Australia es un país de 22 millones de personas con abundantes recursos minerales, y grandes reservas de gas. Es una economía abierta al mundo que exporta 210 mil millones de dólares (7 veces más que el Perú) y cuyo principal socio comercial también es China.

Australia exporta recursos naturales como lo hace el Perú. Si comparamos el PBI de los dos países, el Perú de hoy es como la Australia de 1985-86. Australia pudo en los siguientes 25 años multiplicar su producción por cuatro. Y ese debería ser nuestro objetivo nacional. Para muchos la prioridad es la ampliación de las políticas sociales pero es imposible creer que Australia se desarrolló en los últimos 25 años a partir de más políticas sociales.

Australia inició 10 años antes que nosotros un proceso de reformas estructurales que los puso en el camino de la prosperidad a través de una decidida integración a los mercados internacionales. Australia desmanteló las barreras comerciales que generaron una industria poco competitiva. En Australia se privilegió la redistribución de recursos en el marco de esta política que se llamaba “protección para todos”. Como no podía ser de otro modo la productividad se cayó al suelo. Australia volvió a estar entre los 10 países de mayor ingreso per capita cuando inició una profunda reforma microeconómica comandada por una Comisión para la Productividad que fue independiente y con un mandato claro para buscar mayor eficiencia en la economía australiana.

Un segundo elemento de éxito del proceso de reforma en Australia radica en el esfuerzo de coordinación nacional para aumentar la competitividad. Un ejemplo de la necesidad de imponer algunas cosas obvias desde el gobierno central era que en Australia era obligatorio cambiar de vagones a todos los pasajeros y la carga cada vez que el tren cruzaba la frontera interestatal. Más que pensar en el MERCOSUR creo que al Perú le haría muy bien que el presidente electo y sus asesores vayan al país de los canguros si queremos realmente dar un salto definitivo a la prosperidad.

Publicado en El Comercio, Junio 18, 2011

Monday, June 06, 2011

Comentarios en el Wall Street Journal

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Sunday, June 05, 2011

Las 10 primeras decisiones del nuevo presidente

1. Definir quien ocupará MEF, BCR, SBS, SUNAT
2. Definir quien será el primer ministro. Alguien que sea más político que el. Un pararayos presidencial.
3. Negociar el indulto humanitario de AFF a cambio de un Congreso que lo deje gobernar.
4. Cerrar el acuerdo con PP-AP para control de Mesa Directiva del Congreso.
5. Convocar -aunque sin éxito- a un gobierno de ancha base.
6. Garantizarle a los militares/policias que no hará nada en serio con la CPMP.
7. Garantizar que los ahorros no serán tocados de la manera que la gente cree.
8. Decidir a que asesores les dice adiós.
9. Sacar la cuenta de cuanta plata aún no gastó.
10. Prender una vela para que la economía mundial no se detenga en seco en su primer año de gobierno.

Saturday, June 04, 2011

Un balance anticipado

Esta mañana mientras lea esta columna ya se habrá enterado de la última encuesta que circula a pesar de la inútil prohibición y sabrá si su voto reflejará o no la posición de la mayoría. Por un momento ignoremos la elección e intentemos hacer un apurado balance de lo que estas elecciones nos dejan. Lo más importante de todo es que aún somos un país donde sorpresas muy costosas aún son posibles. Los electores están dispuestos a apoyar a quienes ofrecen grandes giros en la política económica incluyendo modificaciones a la Constitución. En realidad, tendremos que esperar a la elección del bicentenario para ver si en efecto después de 200 años empezamos a ser un país maduro y estable. Esto es malo porque nos pone en el saco de países inherentemente riesgosos.
Una segunda lección es lo mucho que nos cuesta como país no tener un sistema de partidos funcional. Si en alguna institución aún no podemos confiar es en los partidos. No tienen posición fija. Pueden decir A como Z sin despeinarse. Pueden apoyar al partido contrario con la misma facilidad con la que buscan hundirlo. No están dispuestos a asociarse con el movimiento más cercano en primera vuelta pero están dispuestos a hacerlo en la segunda vuelta inclusive con el que criticaron agriamente. Elegimos candidatos al Congreso como si fuera un programa concurso. Los líderes hacen poco esfuerzo por filtrar candidatos que luego sin duda los avergonzarán. De repente lo más fácil es tener una puerta de salida tan grande como la puerta de entrada y ser intolerantes al más mínimo signo de que ese congresista no debería estar.
Una última lección pero no por ello menos importante es que por más que la Comisión de la Verdad y Reconciliación quiso que el país entrase a un proceso de comprender lo actuado, valorar los logros y errores y mirar al futuro como un solo país con una misión común. Parecemos una nación parada una mitad mirando a la otra desde el borde de un abismo de un gran cañón. En lugar de construir puentes se enfatizan las diferencias. En lugar de trabajar con un objetivo común se prioriza lo accesorio, la denuncia, lo que nos divide. Ojalá que a partir del lunes, todos pensemos en explicar, escuchar, convencer en base a la verdad, exigir, ceder, aceptar, y construir lo que queremos ser como país.

Publicado en El Comercio Junio 4, 2011