Saturday, December 31, 2011

Balance del 2011

Este año ha sido atroz para quienes viven de hacer pronósticos. La situación mundial ha sido absolutamente impredecible. Varios países han cambiado su régimen político de manera abrupta, dictadores eternos finalmente han caído. Una guerra inacabable como la de Irak finalmente acabó con la paciencia del ciudadano americano y sus tropas se fueron. Desde el lado económico, Europa hoy requiere de talento sudamericano para resolver una crisis que se asemeja a lo que vivió nuestra región en los años ochenta. USA vive con la esperanza de que la crisis se acabe de una buena vez pero mercados como el hipotecario o el laboral recién empiezan a ver mejoras tenues. Los mercados financieros han vivido con el corazón en la mano, saltando del entusiasmo desmedido a la pesadumbre depresiva con cada noticia. Internamente, el probable ganador de las elecciones presidenciales tuvo al menos dos nombres y quien terminó ganando cambió de plan dos veces. Las expectativas empresariales se derrumbaron para volver a reacomodarse ante los anuncios que la línea económica sería más o menos la misma aunque con un claro acento por la redistribución. El presidente emprendió el camino de la hoja de ruta con un grupo de ministros que cada uno tenía un mapa distinto. No fue sorpresa que a los 4 meses de andar y desandar el presidente optara por darle un mínimo de sensatez al esfuerzo y organizara un equipo que piensa más homogéneamente. El gabinete se estrenará en pocos días ante el Congreso. Nadie espera cambios en el discurso oficial, pero si en la acción. Los consejos de ministros han pasado de ser interminables peroratas a reuniones mucho más ejecutivas donde se privilegia seguir adelante con un planteamiento que lentamente empieza a cuajar. Algunos quieren llamarlo de derecha o militarizado, lo cierto es que no es ni lo uno ni lo otro. La sensación de estar cuesta arriba con la que se empieza el próximo año es brutal. Los presidentes regionales andan cada uno por su lado, las bancadas en el Congreso aún no se consolidan y el frente externo está lleno de incertidumbres. Así y todo se cierra un año con crecimiento alto e inflación que pronto regresará a niveles manejables. Esto recién empieza. Publicado en El Comercio, Dic 31, 2011

Saturday, December 17, 2011

El nuevo pacto fiscal

Todos sabemos que el proceso de descentralización se hizo con prisa y sin pausa. Hoy, vemos los resultados: las regiones que más recursos tienen a su disposición son a su vez las más pobres. Tremenda contradicción, pero esto no es una opinión sino un dato de la realidad. Lo que es claro hoy es que la situación actual no sirve, no está bien, no corrige los problemas. El proceso trató de evitar errores más que apoyar la posibilidad de grandes aciertos. Las leyes limitaron más que promovieron.

Este gobierno o cualquiera que venga luego, necesita replantear roles, recursos y responsabilidades a los gobiernos subnacionales. Esto sin duda sacará ronchas, pero la opción de no hacer nada es inaceptable. Hoy vivimos una etapa de amplios recursos que son producto de la explotación de un producto no renovable. Lo responsable es utilizar dichos recursos de manera inteligente. La prioridad no debe ser gastarlos, sino hacerlo bien.

El pacto fiscal debe incluir las reglas bajo las cuales se deberá repartir de mejor manera los recursos fiscales de la Nación entre los tres niveles de gobierno: central, regional y local. Se necesita priorizar el rol que el Estado tiene frente a toda la Nación de buscar igualdad de oportunidades para todos sus ciudadanos. Hoy, tenemos algunas herramientas de igualación como el FONCOMUN, que deberían usarse de manera más profunda y radical. Sin embargo, esa herramienta no es suficiente. Se necesita ahondar los mecanismos de coparticipación de los ingresos.

Pero la plata debería venir con responsabilidad, y más recursos deberían venir con mayor responsabilidad y con éxito en la gestión de dichos recursos. Pero no sólo se trata de repartir recursos sino que se tiene que repartir también responsabilidades de gasto. A mi juicio, el gobierno central debe conservar el rol de decirle a gobiernos regionales y locales en qué se debe gastar los recursos. Digamos, que hay un combo de servicios públicos que uno esperaría para una ciudad de determinado tamaño e ingreso. Aquí el gobierno puede actuar de dos maneras: una es obligar a los gobiernos subnacionales a invertir para lograr dicho piso mínimo, la otra es informar a la población de cada lugar, que es lo que deberían tener y no tienen. Este es el reto más grande de los próximos años.

Publicado en El Comercio Diciembre 17, 2011

Friday, December 02, 2011

Minería: Pico y pala

Para muchos desinformados la actividad minera se puede reducir a agarrar un pico y una pala. La actividad no implica ningún esfuerzo tecnológico, no hay nada de sofisticado. Como las exportaciones de minerales están clasificadas como tradicionales suponen que se utilizan métodos tradicionales, por no decir ancestrales o artesanales.

Me imagino que estarán pensando en la minería informal, en la minería artesanal. La minería formal y por tanto la exportación de minerales es por el contrario una actividad donde la tecnología de punta está en todos lados. Desde la manera como se lleva a cabo la exploración y prospección hasta las complejidades de la explotación, la minería es una actividad donde la tecnología y la innovación abundan.

El problema es que no conocemos que para cosas tan aparentemente simples como volar un cerro que tiene algún contenido de mineral debe ser volado de una manera controlada y no en estilo “Duro de Matar”. Este detalle incluye cosas como definir qué tipo de cargas explosivas usar, cómo conseguir piedras de cierto tamaño que permitirán extraer más fácilmente (y más económicamente rentable) el mineral. Proyectos como Yanacocha muestran el triunfo tecnológico de poder encontrar de manera rentable las minúsculas partículas de oro a través de procesar literalmente cerros de material a través de un proceso llamado lixiviación. La minería innova porque un dato crucial para sus proyectos de inversión es cuál es su costo de producción. Los mineros no deciden a qué precio venden. Ese precio viene dado. Si sus costos de operación no son suficientemente bajos simplemente no van.

La presencia de empresas trasnacionales es sin duda una enorme ventaja para la adopción de tecnología. Estas son empresas que tienen un enorme incentivo para innovar. Cada ventaja tecnológica implica una ganancia directa en sus beneficios así que lo van a hacer no porque les interese ser sofisticados sino porque les conviene privadamente.

Pensar que no hay valor agregado es suponer que la minería se hace a punta de pico y pala. Esa es simplemente una caricatura alejada de la realidad.

Publicado en El Comercio Diciembre 2, 2011

Thursday, December 01, 2011

Conga y los espíritus animales

En Cajamarca hay riqueza que le pertenece a toda la Nación. El presidente regional no piensa lo mismo. El no ha leído la Constitución que dice expresamente en su artículo 66: “Los recursos naturales, renovables y no renovables, son patrimonio de la Nación. El Estado es soberano en su aprovechamiento.”

Sin embargo, el gobierno no ha podido viabilizar el proyecto Conga. Este megaproyecto requerirá una inversión de más de 4 mil millones de dólares. Es decir, este proyecto representa el 10 por ciento de la inversión total en un buen año en el Perú. ¿Podemos darnos el lujo de postergar esta inversión? ¿Se imaginan cual será el comentario mañana en el inicio de la reunión anual de empresarios en Cuzco?

La inversión privada tal como se anticipaba ya se desaceleró en el tercer trimestre como consecuencia del remezón electoral y la incertidumbre que había respecto a la orientación del nuevo gobierno. Hasta ahora las sorpresas han sido positivas. Algunos errores, algunos escándalos pero nada realmente que desanimara la inversión. Keynes decía que si bien uno podría pensar que la inversión privada si era fruto de una decisión calculada, en realidad, pesaba en dicha decisión lo que el llamaba los espíritus animales de los empresarios. Se refería a que los empresarios pasaban de estados de euforia a estados de depresión. En el primer caso, cualquier proyecto les parecía rentable porque su entusiasmo los hacía suponer que los buenos tiempos iban a seguir por siempre. En el otro caso, el pesimismo no les permitía ver rentabilidad en ningún proyecto producto de su percepción de que la economía iba a irse al tacho.

Por eso es tan importante Conga. La forma como se resuelva el tema de Conga impactará de manera decisiva en esos espíritus animales. Si la solución es que el proyecto no va, tendremos una retracción significativa en la inversión privada. Los planes de inversión se reevaluarán porque ahora entrará en la decisión la sensación que el gobierno no tiene un norte fijo. Muchos podrían estimar que la bancada oficialista se dividirá y que los cambios de gabinete no terminarán en Diciembre. Si se hace a la mala el resultado es totalmente incierto.


Publicado en El Comercio Diciembre 1, 2011