Friday, March 04, 2005

Incentivos para los que se fueron


Hace un par de días el gobierno ha decidido otorgar una serie de beneficios tributarios para atraer a la inmensa masa de peruanos que se fueron del país. Esta ley es una muy singular en tanto no es común encontrar leyes similares en los demás países. La motivación de la norma no es otra que la increíble magnitud de peruanos que han venido saliendo en las últimas dos décadas.

Los números son para caerse de espaldas. En los ochenta y noventa con la crisis económica y el terrorismo encima sólo 50,000 personas salían del Perú para no regresar. Esa situación ha cambiado dramáticamente en los últimos años. El año pasado 300,000 personas siguieron el mismo camino. Si hacemos la cuenta de cuantos peruanos viven afuera la cifra ya supera los dos millones de peruanos, de los cuales la mitad aproximadamente vive en EEUU.

Un reciente estudio del Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico preparado por Juan de los Ríos y Carlos Rueda revisa las causas de este enorme flujo de peruanos al exterior. Los resultados muestran que la variable más importante para explicar el flujo migratorio es la percepción de satisfacción económica de los peruanos. Mientras se sientan más frustrados con respecto a su situación económica migran más. Si los peruanos nos sintiéramos 10 por ciento más satisfechos con lo que se puede hacer aquí en nuestro país la tasa de migración sería casi 20 por ciento menor. Asimismo, si los indicadores de desigualdad económica fuesen menores en Perú, la gente migraría menos. Finalmente, si el ingreso por persona en el Perú creciera 5 por ciento por encima del resto la tasa de migración caería en más o menos la misma proporción.

Estos resultados muestran una realidad muy compleja. ¿Cuál es la probabilidad que el Perú crezca a tasas significativamente más altas que el resto de países?¿Cuál es la probabilidad que la tasa de desigualdad cambien significativamente en los próximos años? En ambos casos mi respuesta sería: muy, pero muy cercana a cero, así que por ahí no irá la solución. Donde si puede haber reversiones muy rápidas es el sentimiento de desesperanza que hoy invade el país.

Esta ley pone al final de la puerta de regreso del Jorge Chávez un paquete de obsequios que creo muchos no tomaran pues los costos fijos de regresar dado que ya vives más de cinco años fuera del Perú son mayores a los beneficios que hoy se ofrecen. Cabe hacerse la pregunta si el Perú realmente pierde si esos dos millones de peruanos mandan un flujo regular de fondos que bordean los 1,500 millones de dólares anuales. Que cada peruano afuera mande al año 750 dólares parece poco, pero creo que no deberíamos subestimar el impacto de esa alternativa como mecanismo de generación y acumulación de riqueza frente a la poética alternativa de ver a nuestros compatriotas regresar al Perú con planes que van mucho más allá que comerse un buen cebiche con la familia que dejaron hace años.

Publicado en El Comercio Jueves 3 de marzo, 2005