Thursday, December 27, 2007

Puerto Wong

No sé si se habrán enterado de esto pero los Iracundos se reunirán para grabar una nueva versión de una de las canciones favoritas de mi papá: Puerto Montt. Esta nueva versión servirá como música de fondo para el comercial que presentará la nueva cadena de supermercados líderes en el Perú: Puerto Wong. No contentos con esa iniciativa, los nuevos directivos introducirán un listón azul al tradicional letrero rojo patrio. Hubieran querido poner una estrella solitaria pero no saben como acomodarla en el nuevo logo. Obviamente nada de esto va a suceder. Los nuevos dueños de Supermercados Wong no pueden ser tan torpes de estropear el intangible de la marca construido a partir de varios elementos: (1) la esforzada atención al cliente siempre con una sonrisa, (2) la preocupación por el detalle, (3) liderar una campaña de fomento de la peruanidad. Resulta obvio también que será muy difícil que Wong (versión Cencosud) sea capaz de seguir liderando esta campaña. Al menos lo tendrá que hacer de un modo distinto. Será porque uno podrá comprar papas gourmet hechas en el Perú profundo más que disfrazando de chalanes a todo el personal.

Para muchos la venta de Wong ha significado poco menos que traición a la patria. Además es cierto que para muchos esa sensación se refuerza porque quien compra es una empresa chilena. Yo no hubiera tanta alharaca como el ministro Rey que salió a celebrar la venta porque no veo que es lo que gana el Perú en ello. Estoy convencido que la familia Wong sale ampliamente favorecida con la transacción y les facilita enormemente su transición hacia otros negocios. Pero no creo que sea un acontecimiento como para que el Ministro de la Producción saque sus botellas de Pisco 7.9 para celebrar.

Las empresas pueden estar bien o mal económicamente de muchas maneras. La más simple es mirando su flujo de caja mensual. Es decir, hacen o no hacen plata. Wong hacía plata, no tanta como muchos suponían. Sin embargo, es una empresa con un inmenso potencial. Para ello basta pensar en la proporción de peruanos que aún viviendo en una ciudad relativamente grande sigue recurriendo a mercados en lugar de los supermercados. Al Perú aún le falta mucho camino por recorrer en ese sentido. Además, hay que pensar que esa proporción se irá reduciendo en la medida que el crecimiento del ingreso promedio de los peruanos siga subiendo. Entonces, hay un retorno futuro potencial que hace que la empresa valga la pena. Además nadie puede negar el valor de una buena reputación y un buen nombre.

Todo eso ha hecho que Cencosud y varias otras empresas hayan tocado las puertas de Wong y hecho cuentas más de una vez para intentar una compra. Cualquier empresa peruana o de cualquier bandera que tenga ese potencial está expuesta a ser comprada. No debería sorprendernos que al cabo de unos años Walmart el gigante americano inicie un proceso de expansión en América Latina y empiece a comprar cadenas enteras. Así casi sin enterarnos peruanos, argentinos, chilenos y colombianos terminemos comprando en un almacén donde ni siquiera nos pongan música de Los Iracundos.

Sólo recordemos que la marca Wong seguirá siendo una construcción hecha por peruanos. Obviamente que dado que se trata de un servicio, la renovación del buen nombre es un acto cotidiano. Si algún día lo pierde, no dudaremos en señalar al posible culpable. ¡Felices fiestas a todos!


Publicado en El Comercio, Diciembre 27, 2007

Thursday, December 20, 2007

Nobel en Lima

Esta semana estuvo marcada por la presencia de uno de los premios Nobel de Economía más polémicos de los últimos tiempos. En parte porque la gran mayoría de los premiados suelen ser personas con un perfil más académico que Joseph Stiglitz, profesor de la Universidad de Columbia. Lo cierto es que luego de escucharlo dos veces y leer sus declaraciones en Ecuador, Stiglitz estuvo mucho más equilibrado aquí que en Ecuador donde los felicitó por haberse bajado del carro del TLC con EEUU y propuso la introducción del dólar ecuatoriano, es decir, salirse de la dolarización impuesta por Mahuad en medio de la crisis del 2000.

El lunes hizo una muy interesante explicación donde sacó a relucir el tema por el cual la Academia Sueca le otorgó el Premio Nobel en el 2001. Su gran contribución al conocimiento económico fue explicar con claridad los efectos que tienen en los mercados donde hay situaciones de información asimétrica. Para decirlo de manera simple donde por ejemplo el vendedor tiene más información que el comprador. Un ejemplo es cuando usted está vendiendo su auto. Usted sabe si lo cuidó o lo maltrató, si lo llevó puntual a su mantenimiento o solo entró al taller cuando se le paró en medio del camino. Nada de eso lo puede saber el comprador.

Explicó sobre lo difícil que es para los reguladores aquí y en cualquier país desarrollado estar al ritmo de las innovaciones del mercado financiero. Explicó con claridad como los problemas de información asimétrica abundan y generan enormes problemas. Por ejemplo, la persona que es prácticamente estafada al comprar una casa sin tener que pagar cuota inicial y con una hipoteca que combina tasas bajísimas al comienzo y luego tasas leoninas que el vendedor le dice que no será problema en refinanciar pues el valor de su casa subirá como la espuma. Esa persona hoy ve caer el precio de su casa, ve subir las tasas de interés y sencillamente se unirá a los dos millones de estadounidenses que tendrán que regresar sus casas a manos de los bancos porque no tendrán con qué repagar sus deudas.

Aunque en líneas generales mi impresión fue que Stiglitz tiene un discurso mucho más balanceado que lo que muchos quisieran tiene sus momentos en que lanza algunas conclusiones apresuradas. Ejemplo de ello la crítica a una respuesta casi automática de los banqueros centrales frente a los distintos tipos de shocks que reciben las economías. Lo cierto es que reaccionan muy distinto, veamos sino lo que está haciendo el Banco Central de Chile y lo que está haciendo el nuestro. Su crítica a que el NAFTA, el TLC de México, Canadá y EEUU, generó mayor pobreza rural en México. Habría que preguntarse sobre las verdaderas causas de la pobreza en la zona sur de dicho país. Zona que enfrenta como nuestra sierra un profundo déficit de infraestructura que los deja incapacitados de competir con cualquier mercado.

El recordó con justeza que todas las decisiones que toma un gobierno deben ser motivo de análisis y lo peor es tener poco debate de ideas. Recordó que también mucho de este debate está plagado de intereses y que el único remedio es ser muy claro en ponerlos sobre la mesa para que no interfieran más de lo necesario. Creo que el gobierno temía un Stiglitz más explosivo y por eso no quiso aparecer cerca de la foto. Lo cierto es que lo suyo más bien fueron sanas advertencias y algunos consejos y no hubieron críticas destempladas. Como dice el dicho un consejo hasta de un conejo, y si este conejo se ganó el Nobel porqué no prestarle oído.

Publicado en El Comercio, Diciembre 20, 2007

Thursday, December 13, 2007

Fuera de foco

El martes se presentó un interesante trabajo efectuado por el BBVA sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones en el Perú. El seminario organizado por ProCapitales fue inaugurado por un funcionario del MEF quien adelantó cuales eran las preocupaciones del ministerio y señaló que en poco menos de un mes el ministro anunciará una reforma del mercado previsional privado buscando mayor beneficio para los afiliados. Ante esas palabras tan positivas esperé el anuncio de temas interesantes. Pero para mi gran frustración el representante del MEF repitió que los temas que le preocupan al MEF son que el Sistema Privado de Pensiones (1) esté concentrado en pocas firmas, (2) que sus inversiones tienen mucho riesgo local. Además dijo que el MEF vería la forma de “facilitar la convivencia” entre el sistema privado y el público.

Diametralmente opuestas son las preocupaciones que mostró el informe del BBVA y que a mi entender son las preocupaciones correctas. Partamos de entender como debemos juzgar a un sistema de pensiones. A mi juicio son dos las cosas que hay que pedirle: (1) que logre proveer una pensión relativamente parecida a mi salario promedio, y (2) que dicho beneficio sea extendido a la mayor cantidad posible de personas. La cruda realidad de nuestro actual sistema de pensiones incluyendo tanto el privado como el público es que una enorme cantidad de trabajadores no contará con ningún tipo de asistencia cuando sople 65 velitas.

Aunque lo he dicho varias veces insisto una vez más con el tema. Hay cosas urgentes que atender en el tema previsional y las preocupaciones señaladas por el MEF no son ni de lejos las más importantes. Sinceramente son temas accesorios, de detalle. ¿Cómo podemos seguir enfocando nuestros esfuerzos a hacerle la vida más cómoda a un 10% de los trabajadores cuando dicha reforma no afectará en lo absoluto la vida del 90% restante? ¿Se habrá preguntado el MEF cuánto más se va a beneficiar a los actuales afiliados permitiendo que bancos y aseguradoras entren a competir? Estoy convencido que quienes sin duda se beneficiarán son las agencias de publicidad, los diarios y revistas, los canales de TV y radios. Pero no estoy para nada convencido que los beneficios serán significativos para las personas que hoy cuentan con un mecanismo que les asegura una pensión siempre y cuando se aporte puntualmente. Dado que estamos por cerrar el año nuevo todas esas cosas me suenan a pirotecnia más que a cena navideña.

La propuesta del BBVA es interesante pero también tiene algunos problemas que se deben atender. En mi opinión la más preocupante de todas es que los beneficios de la reforma propuesta empiezan a darse más tarde que pronto. No hay reforma que funcione políticamente si sus beneficios están concentrados en el largo plazo. En particular la cobertura a las personas mayores de 65 años no aumenta sino recién dentro de 20 años. Lo segundo es que no es claro en qué segmentos de la población son los más beneficiados por la reforma propuesta. Si van a existir fondos públicos comprometidos esto me parece esencial.

En todo caso las propuestas del BBVA son interesantes pues tratan de extender la cobertura de manera importante y de hacer que la relación pensión/salario sea cada vez más alta. Esas dos son condiciones imprescindibles para que un sistema de pensiones sea exitoso. Las preocupaciones del MEF están –al menos por lo ayer señalado- fuera de foco. Ojalá estos días de reflexión sirvan para repensar su propuesta.

Publicado en El Comercio, Diciembre 13, 2007

Thursday, December 06, 2007

Avioneta en la Panamericana

Ninguno de nosotros se sube a un avión pensando en que va a aterrizar en una carretera y no en un aeropuerto. En el Perú esto que se ve en las películas acaba de pasar dos veces en una semana. Es un evento raro y es producto de muchos factores entre los cuales la falta de previsión y la mala suerte están involucrados. Pero en el Perú no es rara esa combinación. Más bien uno tiende a pensar que eso es lo común.

El ejemplo más notable de una excepción a la regla es la reciente aprobación del TLC con los EEUU. Los reto a tomar lápiz y papel y a poner por escrito iniciativas gubernamentales que se han iniciado por un presidente y se han concluido con otro. Son muy pocas. Lo usual para nosotros ha sido el espíritu refundador, la política de poner todo lo actuado en el archivo y empezar de cero a pesar de que tenemos la enorme probabilidad de no estar en el cargo más pronto que tarde. Pero así somos.

Es notable que no se haya echado por la borda lo actuado y se mantuviese la política a pesar del cambio de autoridades. Poco a poco caminamos a ser un país más maduro, menos adolescente. Pero lo que hace falta ahora es que la ratificación del TLC con EEUU no sea una avioneta que aterriza en la Panamericana, sino un auto más que añadimos en la vía del desarrollo. El Mincetur debe seguir en el esfuerzo de conseguir un acceso preferente a las economías más dinámicas del mundo. Me parece sencillamente espectacular que hoy miremos a los mercados externos sin temor y sin complejos. No obstante, no puedo dejar de pensar que el avance en el resto de políticas complementarias es tan bajo que parece que seguimos creyendo que algunos problemas se resolverán solos.

No podemos dejar de enfatizar que hoy se abre una excelente oportunidad. A pesar que seamos tan poco afortunados de empezar el TLC en el momento en que EEUU entrará a una recesión el impacto del tratado va mucho más allá del impacto de corto plazo. Esto marca una línea divisoria entre lo que fue y lo que será nuestra visión de integración con la economía global. Eso marca la cancha claramente sobre lo que los políticos podrán ofrecer en el futuro sobre este tema.

La semana pasada el presidente reclamaba airadamente a los empresarios presentes en CADE que tuviesen coraje. Les reclamaba que cambiaran a sus asesores que les infunden temores respecto al futuro tanto político como económico. Para coronar con una cereza dicho discurso el Senado norteamericano finalmente convirtió el TLC en una realidad. Hoy es complicado ser pesimista pero es importante insistir hasta ser cargosos que se necesita que el TLC beneficie a la amplia mayoría de peruanos para que no haya sino en todas las tiendas políticas la aceptación que el progreso de una economía pequeña como la peruana se consigue caminando junto al resto del mundo y no parados en la carretera Panamericana esperando una avioneta que nos recoja del subdesarrollo.

Publicado en El Comercio, Diciembre 6, 2007