Thursday, March 27, 2008

Combatir la inflación de los pobres dando alimentos a los que más reclaman

El gobierno ha anunciado que entregará alimentos a pobres extremos. Pero lo curioso del tema es que será sólo en Lima. Como demostramos con nuestro estudio sobre inflación por deciles de ingresos la gente más pobre de Lima no es quien sufre de una inflación más alta que el promedio nacional.
Nos parece un error esta decisión del gobierno. O es que se trata de dar alimentos a quienes están más cerca de ser entrevistados y protestar.

¿Especulación o expectativas?

Dato 1: Usted va al cine y ve que los precios subieron. Dato 2: Usted le pone gasolina a su auto y paga más por lo mismo. Dato 3: Usted va al mercado y encuentra que los precios de la mayoría de cosas que usted compra subieron. Hipótesis 1: Todos los productores han recibido algún tipo de información que los ha forzado a subir los precios. Hipótesis 2: Los productores –en especial los intermediarios- se están poniendo de acuerdo para subir sus precios especulando. Hipótesis 3: Todos los productores suben sus precios porque reciben la información que el resto de mercados están subiendo sus precios, es decir cambiaron sus expectativas sobre la inflación futura.

Ante estos hechos que son visibles para todos el gobierno ha optado por una interpretación de la realidad en la que validan la hipótesis 1 pues efectivamente todos en el gobierno hablan de la inflación importada. Entonces, la información recibida por los productores es efectivamente un incremento en el precio de los alimentos y de la gasolina a nivel mundial que hace imposible seguir vendiendo las cosas al mismo precio. Pero inmediatamente optan por responder a la hipótesis 2 con un rotundo si. Salen a los mercados mayoristas para observar como los intermediarios se encargan de “desplumar” a los compradores. Envían al INDECOPI para detener el proceso inflacionario chequeando que las balanzas no sirvan como mecanismos para el abuso a los consumidores. Todo esto -con suerte- puede ser que tranquilice al ama de casa o a la conciencia de algunos funcionarios públicos.

Lo interesante y a mi juicio más relevante es lo que señala la hipótesis 3. Aquí entra en juego algo que el Banco Central aún no está dispuesto a aceptar. Cualquier shock por más temporal que sea puede desencadenar (subrayo el puede) un proceso inflacionario si es que las condiciones lo permiten. Es decir, existen mecanismos de propagación que pueden activarse en un mercado con abundante capacidad de pago. Es decir, hay una transmisión de información no sólo sobre lo que está pasando en un mercado específico sino en general en el resto de mercados. Si yo como productor de algún bien o servicio recibo información que todos están reajustando los precios, entonces lo más probable es que voy a querer ajustar los míos para evitar perder ingresos reales.

Luchar contra las expectativas de mayor inflación es ahora el principal frente de batalla del Banco Central. La próxima semana el INEI informará una vez más que la tasa de inflación en lugar de acercarse a la meta del BCRP se sigue alejando. Mientras más tarde la recesión mundial en mostrar su cara, más complicado será para nuestro Banco Central en seguir apostando por la historia de que este es un shock transitorio y por lo tanto ni hay que responder con política monetaria ni tampoco preocuparse más de la cuenta. El mercado internacional no está ayudando pues el maíz, el trigo, el arroz y la soya no muestren la tendencia declinante que muchos esperábamos para este año. Podría decir que no sería extraño que en los próximos meses más analistas revisarán al alza sus proyecciones para este año y el próximo reflejando este cambio en las expectativas inflacionarias. Pero los críticos dirán que eso es pura especulación. Así como antes dijeron que la inflación de los pobres no era tan alta.

Publicado en El Comercio, Marzo 27, 2008

Friday, March 21, 2008

¿A cuanto comprar algo que no vale nada?

Quisiera hacer una breve reflexión sobre lo que está pasando en Wall Street. Cualquier institución financiera tiene en su corazón la transformación de liquidez. Todas sin distinción toman liquidez de distintas fuentes y las convierten en instrumentos financieros que son valiosos para quienes los aceptan. Esos instrumentos financieros pueden ser tan simples como el primer depósito de ahorro de un niño hasta un complejo instrumento derivado. Lo que importa para su correcta valuación no es sólo su complejidad sino también su liquidez. Cuando el riesgo no es evaluado correctamente el precio de un activo no corresponderá a su verdadero valor. Si el riesgo de no pago de una hipoteca es mucho mayor que el que inicialmente pensaba podría estar sobrevaluando su verdadero valor.

Cuando una institución financiera acumula activos cuyo verdadero valor no es el que se suponía corresponde hacer aumentos de capital que le permitan mantener el volumen de operaciones. Ese aumento de capital en realidad es para reconocer que las pérdidas generarán una reducción en el capital de la empresa y por lo tanto lo más esperable es un recorte profundo en el crédito. El propio jefe de la Reserva Federal (Fed) se hizo académicamente famoso al describir como una pérdida en el valor de los activos que son utilizados como colaterales en los créditos amplifica las crisis financieras. Frente a estos problemas, la Fed inicialmente optó por pedir que las instituciones financieras efectivamente reconocieran públicamente cuanto de sus activos no valían lo que supuestamente valían y buscaran activamente inversionistas dispuestos a realizar estos aumentos de capital. De esta manera, vimos como capitales de países árabes y asiáticos tomaban posiciones en las distintas instituciones financieras de Wall Street, tanto en bancos como en instituciones no bancarias. Esto último es importante, pues la Fed sólo tiene capacidad de supervisión sobre la parte bancaria del sistema financiero, no así sobre la parte no bancaria.

El segundo paso de la Fed fue reducir las tasas de interés de corto plazo tratando de calmar a los mercados y de asegurar que no falte liquidez. En lo esencial su visión era que el sistema financiero enfrentaba un problema de liquidez y no de solvencia. Por lo tanto, se debía asegurar la adecuada provisión de liquidez para que una repentina sequía de liquidez no se transformara en un problema de solvencia. Con lo mismo en mente pero luego de una seguidilla de malas noticias la Fed optó por ir mucho más allá y abrir una fuente adicional de liquidez a todo el sistema financiero. Ofreció cambiar activos de dudoso valor por activos líquidos como los bonos del Tesoro americano con el compromiso de recompra al cabo de un mes. Es decir, permitió mejorar temporalmente el balance de dichas instituciones evitando reconocer pérdidas de capital que podrían sumir en la desesperación al resto del mercado.

Sin duda el mayor reto para el regulador de un sistema financiero es saber reconocer cuando el problema no es sólo de liquidez sino de solvencia. En dicho momento, debe asegurarse que los dueños del capital deberán pagar por las consecuencias de su mal manejo financiero. Si es que se recurre al salvataje público de la institución lo único que se estará haciendo es simple y llanamente una socialización de las pérdidas con el argumento de que esto se hace para favorecer la estabilidad del mercado. Lo cierto es que una acción de esta naturaleza lo que logra es impulsar a otros directores de instituciones financieras (el llamado riesgo moral) a tomar riesgos más allá de lo que la prudencia manda. Mientras haya alguien como la Fed que está dispuesto a pagar por activos que no valen nada se seguirá poniendo en riesgo todo el sistema. Hoy en Wall Street hace falta que más de uno pierda el patrimonio en lugar de que sea el Tesoro (más bien todos los contribuyentes) quien finalmente se haga cargo de papeles sin valor.

Publicado en El Comercio, Marzo 20, 2008

Thursday, March 13, 2008

¡Limbo baja ya!

No hay necesidad de ir a la isla Trinidad para desafiar la gravedad (de los años) y la flexibilidad (de los huesos) y bailar al ritmo de la música tratando de pasar por debajo de la barra horizontal en el juego del limbo. La gente gritará a su alrededor alentándolo que tan abajo puede ir. Hoy la situación económica nos obliga a pasar por un juego con muchas coincidencias al limbo. Todos se preguntan, como en el limbo, que tan bajo puede caer el tipo de cambio. En realidad la pregunta más importante no es esa sino que tantos pueden ser lo suficientemente flexibles como para sobrellevar un tipo de cambio aún más apreciado. Hace unos meses la barrera psicológica era 3 soles por dólar. Estas semanas la nueva barrera psicológica se ha venido cambiando con rapidez de 2.90 a 2.80. Seguramente pronto estaremos discutiendo lo que tendríamos que hacer para evitar que el tipo de cambio regrese a 2.70.

Curiosamente el baile del limbo simboliza para algunas tribus africanas un triunfo de la vida sobre la muerte. Aquellos que logran pasar la prueba digamos siguen vivos a pesar de la adversidad. Obviamente que está terminantemente prohibido en el juego sujetar la valla para que esta no se caiga. La idea es que triunfa el flexible no el que cambia las reglas. Esto me suena a la propuesta que ayer se comentaba en el diálogo entre ADEX y CONFIEP donde surgió la idea de elevar la meta de inflación del BCRP para que así este pueda bajar su tasa de referencia. La lógica de esta medida es señalar que lo que está atrayendo dólares a nuestras costas es la diferencia entre la tasa del BCRP y la de la Reserva Federal. Diferencia que con toda seguridad se ampliará la próxima semana cuando la FED opte por una reducción más de su tasa de referencia. Pero como hoy enfrentamos más inflación no podemos arriesgarnos a bajar la tasa. Entonces... y aquí viene la sugerencia planteada: aceptemos más inflación bajando la tasa de referencia que a la vez reducirá la brecha de tasas de interés que evitará la masiva entrada de divisas. La cual se suponía reducía la inflación. ¿No se entiende, no? No se preocupe. El problema no es usted, es que la sugerencia es errada.

Si los empresarios en su planeamiento estratégico de fin de año no discutieron la posibilidad de un escenario con el dólar a 2.50 creo que es momento de que dediquen un día o dos a hacerlo. Ninguno de los elementos financieros que podrían revertir la caída del tipo de cambio está actualmente favoreciendo esa tendencia. Veamos con cuidado cada una de ellas. (1) La FED seguirá bajando sus tasas hasta que no encuentre señales que la economía norteamericana vuelve a mostrarse dinámica y eso no pasará sino hasta entrado el último trimestre de este año con mucha suerte. (2) Nuestro Banco Central va a soportar varios meses más de inflación al alza y por lo tanto difícilmente podrá modificar su tasa.

Sin embargo, los elementos de comercio exterior si podrían empezar a apoyar una desaceleración de la caída del tipo de cambio. Es previsible que una parte de nuestras exportaciones pierda dinamismo producto más de la recesión mundial que de la apreciación cambiaria. Esta semana el BCRP publicó un estudio donde demuestra que nuestras exportaciones no son sensibles al tipo de cambio. Y esto es así para empresas grandes y chicas. Asimismo, se espera que los términos de intercambio sigan una tendencia desfavorable y por lo tanto presionando hacia un tipo de cambio más depreciado. En resumen, es momento de preguntarse como lo hacen en Trinidad al ritmo de los tambores: How low you can go? La receta seguro está en su capacidad de ser flexibles, es decir competitivos. Y si no lo son entonces habrá que buscarse otro baile que sea más fácil.

Publicado en El Comercio, Marzo 13, 2008

Thursday, March 06, 2008

Aclaraciones del MEF y mías

Según lo que me contó la periodista de La República que me llamó ayer el MEF señaló (ver el link http://www.larepublica.com.pe/content/view/207917/484/ ) que el cálculo que nosotros hicimos no sigue la misma metodología que lo que hace el INEI.
Tal como le dije a la periodista que lamentablemente puso un trabalenguas como mis declaraciones:

1. Nuestro cálculo no pretende sustituir al cálculo de la inflación que realiza el INEI todos los meses.
2. Nuestro cálculo pretende mostrar lo que no muestra el cálculo del INEI. La enorme diferencia entre la inflación para el decil de ingresos más pobre y el más rico en el contexto de una inflación con un fuerte componente de alimentos al alza.
3. Una discusión adicional es si es que el BCRP puede seguir utilizando el número de la inflación de Lima como meta de inflación. Esto último no fue el objeto de nuestra pequeña contribución.

Quiebra de empresas

¿Podría usted nombrar alguna universidad que quebró recientemente? ¿Hace cincuenta años? Seguramente que no. La razón detrás de ese hecho tan curioso es que las universidades son en buena parte organizaciones sin fines de lucro. Pero la otra poderosa razón detrás es que enfrentan poca competencia. No es que no haya rivales sino que viven en un escenario donde hay muchas barreras que limitan la entrada de nuevos competidores. Para empezar se necesita un tamaño mínimo, y para la gran mayoría de padres resulta muy costoso la alternativa de enviar a nuestros hijos a estudiar al extranjero. Sin embargo, cada uno de ustedes podría nombrar sin demora al menos 3 restaurantes que hoy ya no existen. Ese tipo de empresas son constituidas con fines de lucro y enfrentan severa competencia. La inversión en promedio no es tan grande y basta contar con un buen chef para atraer clientela.

A lo que voy con esto es que hay rubros empresariales donde la competencia es mucho mayor y otros donde la propia estructura del mercado hace que la competencia no sea tan intensa. Lo lógico será observar como un resultado normal del mercado un mayor número de quiebras en el sector donde la competencia es más fuerte que en el otro tipo de mercado. Junto con dichas quiebras también será menos sorpresivo la aparición de nuevas empresas. Muchas de estas aparentes quiebras podrán ser la fusión de empresas dado que en muchos sectores se requiere un tamaño mínimo de operación para empezar a obtener utilidades. ¿O acaso una cadena de cines con una única sala será rentable? Sin embargo, lo que interesa desde un punto de vista macroeconómico no es si a unas cuantas empresas les va mal y se ven obligadas a cerrar. Lo que importa es si en el agregado al sector le va mal y en términos netos se está produciendo menos y se está contratando menos.

Mirando las estadísticas del Ministerio de la Producción lo que se aprecia es que si bien los últimos dos meses del año pasado no fueron buenos especialmente para algunas ramas del sector textil lo cierto es que el resultado neto del 2007 es positivo para dichos sectores. Únicamente los sectores madereros y de metales han terminado el año en rojo. Aunque el último reporte de actividad del Banco Central dice otra cosa. Obviamente los resultados del sector textil se explican en buena medida por la crisis norteamericana que impactará a aquellas empresas estrechamente vinculadas con dicho mercado. La ausencia de información más detallada a nivel de empresas me impide hacer un comentario más preciso de cuántas empresas de dicho rubro quebraron, cuántas nacieron, y mucho menos intentar una explicación de las causas de dichas quiebras.

Lo usual para las empresas es enfrentar márgenes de ganancias que fluctúan con el ciclo económico. Algunos sectores con mayor poder de mercado pueden atenuar las fluctuaciones del propio ciclo económico al interior de sus flujos de caja. Sin embargo, en otros casos sencillamente tendrán que asumir cualquier variación en su demanda a través de reducciones en sus márgenes de ganancia. Así como el dueño del restaurante cambia su carta, modifica la decoración, cambia proveedores o empleados, cada empresario hace lo que puede para enfrentar su competencia. La moraleja de todo esto es que hay sectores donde esa competencia es mayor y por lo tanto más común la quiebra de empresas.

Publicado en El Comercio, Marzo 6, 2008

Monday, March 03, 2008

Más comentarios sobre nuestros cálculos

Esta vez H. Campodónico escribe en La República sobre nuestras cifras de inflación.
http://www.larepublica.com.pe/content/view/207314/559/