No hay banquero central en el mundo que hoy no comparta la misma preocupación de quien hace las compras en su casa. La inflación es un fenómeno en todo el mundo desde Vietnam hasta Perú pasando por casos extremos como el de Zimbabwe que tiene más de once millones por ciento de inflación al año, y se prevé que pronto supere los ¡50 millones por ciento al año! Obviamente que en el mundo ya no hay muchos países en la crítica situación de esta última nación pero las tasas de inflación superiores al 5 por ciento están por todos lados. Incluso varios de los países que creyeron haberle dicho adiós definitivo a tasas de inflación de dos dígitos están pasando exactamente por ese difícil trance.
Los bancos centrales en el mundo tienen varias formas de impedir que esta situación inflacionaria se torne aún más compleja. Para ello un grupo cada vez mayor de países optó por utilizar lo que en inglés se conoce como “inflation targeting”, que en español sería utilizar metas de inflación. Lo central de este esquema es que el Banco Central busca que quienes tengan que fijar nuevos precios de sus respectivos bienes o servicios en la economía utilicen como referencia la meta a la cual se compromete el Banco Central. Es decir, si la autoridad monetaria señala que la inflación de los próximos años será 2 por ciento y no tengo razones para creer que eso no va a ser cierto entonces elevaré los precios de los productos en 2 por ciento. Es decir, el anuncio de una meta de inflación sirve como una guía para la fijación de nuevos precios. Es un típico mecanismo que permite “anclar” expectativas, es decir, que todas las personas o las empresas coinciden en esperar algo similar en lugar de que cada uno piense algo distinto.
El problema que hoy enfrentan los banqueros centrales es que eventos externos han disparado los precios de un grupo de bienes de la canasta de precios. Este hecho ha sido suficiente para que un grupo de personas y empresas piensen que los elementos más importantes para la fijación de precios futuros están más bien asociados a la memoria inflacionaria en lugar del compromiso del BCRP. Hasta hace un tiempo en el Perú el BCRP gozaba de esa credibilidad y primaba el componente de credibilidad de la meta inflacionaria. En un estudio econométrico que hicimos se observa que desde hace un tiempo ya pesa más la memoria inflacionaria que la confianza en que el BCRP alcanzará su meta inflacionaria.
Este hecho podría explicar los motivos de que ahora se adopte una acción tan decidida de parte del Banco Central y también de parte del MEF. Si hay algo que las autoridades no quieren tener es un escenario en el que su credibilidad es cuestionada. Buena parte de la efectividad de la política monetaria esta estrechamente relacionada a si las palabras y compromisos de las autoridades son tomadas como relevantes en la toma de decisiones empresariales o si estas son sustituidas por la expectativa de una mayor inflación.
Un riesgo típico en el manejo de la política monetaria es actuar a destiempo. En el 2007 se actuó con menos intensidad porque el escenario que se tenía para el 2008 era que buena parte de la inflación era reducida por la contracción de la economía mundial. Hoy nos corremos el riesgo a sobre actuar pues buena parte de la contracción mundial se está dando a partir del segundo semestre del año. Por eso dicen los que saben que ser banquero central es medio ciencia y medio arte.
Publicado en El Comercio Agosto 21, 2008
3 comments:
De acuerdo, la Banca Central es arte y ciencia. Pero por lo mismo, el BCR debió estar super atento a la inflación y no dormirse este verano, sobre todo, en que se dedicó a inyectar liquidez con el fin de "apoyar" el dólar exportador. Creo que la calidad del Directorio actual deja mucho que desear. Sería interesante sacar un artículo al respecto y comparar la composición del Directorio actual versus los anteriores. Ahora veo ingenieros, abogados, empresarios exportadores, gourmet, etc. Antes todos eran economistas connotados!
Déjame levantar un poco de información para poder ilustrar tu interesante punto de vista.
Aún más, creo que la supuesta independencia del BCR es ahora menor por la misma composición de su Directorio...
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