Wednesday, December 08, 2010

Un plan Brady para Europa

La crisis global ya cumplió dos años y nadie apuesta a que próximo año se terminará. Por el contrario, el panorama en Europa es desalentador. Los países europeos se parecen cada vez más a la América Latina de los ochenta. Deudas imposibles de pagar con tasas de crecimiento anémicas, políticas cambiarias imposibles de mantener bajo un escenario donde los capitales ya no llegan como antes. Esto no es un problema de dos o tres países sino potencialmente de muchos más que pueden verse arrastrados por una larga parálisis de crecimiento por excesivo endeudamiento tal como nos sucedió a los latinoamericanos durante la década del ochenta.
En América Latina La situación sólo empezó a arreglarse cuando se entendió la necesidad de ser fiscalmente prudentes. Pero cuidado porque la flexibilidad cambiaria no se consideró importante sino hasta después de la crisis asiática. La única forma de salir de un problema de sobreendeudamiento es bajando la deuda aunque suene idiota decirlo. Claro, si es que la economía crece el peso de la deuda sobre el PBI se reduce y no hay problema. El problema es cuando no se crece y la salida es que alguien acepte que no se le va a pagar lo que correspondería. Mientras mayor sea el recorte impuesto a los tenedores de bonos más fácil será olvidarse de la necesidad de flexibilidad cambiaria. En la región, Argentina, Brasil, y México salieron del problema de deuda sólo para volver a caer por –una vez más- combinar políticas fiscales insostenibles con regímenes cambiarios inapropiados.
Europa tiene dos caminos a estas alturas. Una salida es un lentísimo y forzado proceso de ajuste con deflación, severos recortes presupuestales y crecimiento prácticamente nulo. La otra opción es reconocer lo inapropiado del esquema del euro para resolver la actual situación y buscar una recuperación a partir de un ajuste fiscal y flexibilidad cambiaria.
Mientras tanto lo que veremos es un intento de salir de la crisis caminando por la cornisa. Una vez más es interesante recordar que al Plan Brady no llegamos en un primer intento sino que fue el último de muchos intentos fallidos previos. Los países no reconocen sus problemas, los tenedores de deuda soberana no están dispuestos a recortes, los deudores privados buscan garantías soberanas que hacen aún más grande el problema. El 2011 será el año del conejo para los chinos, pero para los europeos será un año de vacas flacas.

Publicado en El Comercio Dic.8, 2010

4 comments:

Anonymous said...

Aplicar el Plan Brady implicaria para Europa aplicar las politicas del consenso de washington ,disciplina fiscal, reordenamiento del gasto público , Reforma impositiva tributaria .
Habria una salida mas rápida que seria devaluar de manera importante el Euro , los haria mas competitivos , tendrian mayores ingresos , mejoraria sus exportaciones , asi como su Balanza Comercial, se generaria un crecimiento que permitiria pagar su deuda soberana al mismo tiempo que devaluaria su deuda porque costaria menos.

Eduardo Morón said...

Devaluar sin ordenar el tema fiscal es dejar la tarea a medio hacer. Cuantas veces hicimos eso en América Latina!!

Anonymous said...

Y hacer ambas cosas a la vez devaluar primero y ordenar el tema fiscal .
Porque si solamente aplicamos el Plan Brady podria ser recesivo el ajuste .
Sin embargo si devaluamos a mayores probabilidades de seguir creciendo via exportaciones y ordenando progresivamente el tem fiscal.

Eduardo Morón said...

Mira la reciente columna de Dani Rodrik sugiriendo que estos países deben salir del Euro YA!
http://www.project-syndicate.org/commentary/rodrik51/English