Para muchos cualquier empleo es bueno, ya sea que venga de una microempresa, donde el jefe también es el empleado, o si viene de una empresa de más de 100 trabajadores. Por supuesto que puede haber una historia de superación muy interesante en el primer caso pero nuestra preocupación como país es que hay demasiados empleos como el primero y pocos como el segundo. En el Perú sobra empleo mal remunerado, informal, sin beneficios sociales, realizado por empresas que típicamente tienen baja productividad. Falta el empleo bien remunerado, formal, con beneficios sociales que típicamente lo hacen empresas con mayor productividad.
Estos meses estuve trabajando con mi equipo de investigación con los datos del Censo Nacional Económico de 2008 gracias a la cooperación del INEI y el apoyo del BID. Lo más destacable del Censo que cubre más de un millón de empresas que operan en el Perú es la enorme diferencia de productividad entre empresas grandes y chicas. En promedio el grupo de empresas que produce mayor valor agregado es 3 veces más productivo que el grupo inferior.
Otro dato en esa misma línea es que las empresas formales son en promedio 9 veces más productivas (utilizando el valor agregado por trabajador) que las empresas informales. Este número está un poco exagerado porque en el sector minero esta diferencia es de 20 a 1. Si sacamos a la minería el promedio está más cerca a 5. Las empresas formales pueden serlo porque son 5 veces más productivas que las informales.
¿Qué puede hacer el gobierno frente a estos números? Una primera tarea es encontrar que regulaciones impiden que las empresas sean más eficientes, más productivas. Una segunda tarea es reducir los costos de acceso al mercado. Empecemos con eso.
Por eso les diría a todos los candidatos que andan pregonando las bondades de las pequeñas empresas que cambien su discurso. Queremos que las empresas que hoy son pequeñas dejen de serlo, que expandan sus horizontes y no sólo vendan en su mercado local sino que salgan a otros mercados, que tengan capacidad de exportar, de comprar la empresa de sus rivales, de invertir en los mercados rivales, queremos empresas que compitan, queremos empresas en crecimiento que ofrezcan empleo formal, bien remunerado, con beneficios sociales a personas que le ofrecen mayor productividad a esas empresas.
Publicado en El Comercio, Febrero 2011
1 comment:
Estimado Eduardo. Donde podemos encontrar el documento de tu investigación.
Gracias anticipadas por tu respuesta.
Jean Carlos
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